Cuando alguien se enamora lo sabe casi al momento, pero cuesta mucho más aceptar que ha llegado el momento de pasar página. Casi todas las relaciones duraderas sufren cierto desgaste y es normal aburrirse con el tiempo o notar que se va apagando la chispa de la pasión, pero ¿significa eso una ruptura amorosa? No necesariamente, aunque hay algunas señales que podrían indicar que no tenemos mucho futuro con la otra persona.

Desde la cuenta de Instagram de la tienda erótica ByPlay.es nos dejan estas pistas para saber si una relación está haciendo aguas.

Sólo una parte tiene límites.

Supongamos que para una parte de la pareja hay ciertos comportamientos que son inaceptables: hacer planes sin contar con el otro, gastar dinero sin consultar, hablar de ciertas intimidades… Si la otra persona cruza esos límites una y otra vez, la convivencia será difícil.

No te sientes en paz.

¿Hay demasiadas dudas? ¿Te sientes sola e infravalorada como persona? No esperes demasiado para cortar por lo sano y recuperar tu vida.

No hay proyectos en común.

Cuando somos adolescentes es demasiado pronto para pensar en compartir un futuro juntos o formar una familia, pero si llevas años con alguien que no persigue tus mismos sueños, acabarás sintiéndote frustrada e incomprendida. También puede darse el caso contrario, es decir, que tu pareja te presione para asumir un compromiso o tener hijos, pero tú estás centrada en tu carrera profesional.

Has dejado de ser tú misma.

Cuando una relación ya no te permite desarrollarte y crecer como persona, es una señal importante de que algo podría estar mal. Trata de comunicarte abierta y honestamente con tu pareja tratando de explicarle las cosas que para ti son importantes.

Si tu familia o amigos te advierten de que ya no eres tú misma o te manipulan continuamente ¡escúchalos! Tal vez tengan algo de razón.

Hay más cosas negativas que positivas en la relación.

Más discusiones y conflictos que gestos de cariño, más distanciamiento que momentos de intimidad. Cuando la balanza está muy desequilibrada las relaciones terminan rompiéndose.

Hay un alto nivel de desconfianza.

Puede surgir por diferentes motivos como infidelidades, promesas incumplidas o cualquier tipo de engaño. Aunque a veces la desconfianza también se debe a inseguridades personales. Algunas relaciones se pueden salvar con terapia de pareja, pero no siempre es posible.

No hay responsabilidad afectiva por una o por ambas partes.

La empatía es fundamental en una relación. Actuar sin pensar en el bienestar del otro significa anteponer el ego propio al amor. Son relaciones tóxicas que terminan dañando nuestra autoestima.

¿Por qué es tan difícil poner fin a una relación de pareja?

Como comentamos al comienzo de este artículo, poner fin a una relación puede ser complicado. Muchas personas tienen temor a la soledad o confunden el amor con una situación de dependencia.

Los psicólogos insisten en la importancia de una comunicación abierta y sincera, pero ciertas preguntas pueden resultar algo incómodas. ¿Qué tal planteárselo como un juego? La sexshop ByPlay.es ha lanzado un juego de cartas por turnos realmente desafiante.

“Preguntas incómodas” está pensado para parejas que quieren divertirse y poner a prueba su relación con un interrogatorio picante y entretenido.

Es ideal como regalo sorpresa para parejas de cualquier orientación sexual. ¿Aceptaríais el reto?