En otoño y en invierno, el descenso de las temperaturas no sólo afecta a la piel del rostro sino también a nuestras manos.

La consecuencia más habitual es la sequedad, pero también pueden darse otras condiciones como descamación o pequeñas grietas. Ante esta situación casi siempre recurrimos a la crema de manos, un producto de gran ayuda pero que tampoco es milagroso debido a que la mayoría de las veces no la aplicamos con la frecuencia necesaria (esto es cada vez que nos lavamos las manos).

Las cremas de manos crean una película protectora sobre la piel, protegiéndola de las agresiones del medio externo. Pero obviamente, cada vez que nos lavamos las manos se hace necesario renovarla

Para evitar la sequedad, las escamas o las rojeces, te daremos algunos consejos que pueden ser de gran ayuda (además de seguir aplicando regularmente tu crema de manos). No son infalibles pero poco a poco observarás los resultados y tus manos estarán más suaves e hidratadas.

Lleva guantes siempre encima

Su uso es fundamental cuando realizamos actividades como cuidado del jardín, manipular productos químicos o de limpieza, etc. Pero cuando el frío es demasiado intenso, también recomendamos su uso para evitar el enrojecimiento e irritación de la piel de las manos. ¡No salgas sin ellos!

Lava las manos con agua templada

Normalmente, cuando hace frío, solemos lavarnos las manos con agua caliente para contrarrestar las bajas temperaturas. Pero tal vez no sabías que el agua caliente debilita la capa protectora de la piel y contribuye a la deshidratación cutánea. Lo mejor es usar agua templada y secarlas bien después para evitar que queden restos de humedad en ellas.

Protección solar

Las manos estás permanentemente expuestas a la acción de los rayos ultravioleta y, como te contamos en alguna que otra ocasión, la protección solar es indispensable también en invierno. Elige para ello una crema de manos con FPS 15 o superior.

Tratamientos reparadores

La mesoterapia con ácido hialurónico no reticulado, ofrece buenos resultados para rehidratar las manos de pacientes con dermatitis atópica. Existen además otros tratamientos estéticos como la Biorevitalización que combina el láser y las inyecciones de ácido hialurónico. Estas soluciones estimulan la producción de nuevas fibras de colágeno devolviendo la suavidad perdida a nuestras manos.

Pero si prefieres las alternativas más naturales, te recomendamos usar manteca de karité (tiene un gran poder humectante y reparador) o aceite de semillas de uva (rico en vitaminas, minerales, omega 3 y antioxidantes de origen vegetal).

¡Presume de unas manos cuidadas y bonitas!