Tomar precauciones a la hora de broncearnos es imprescindible para evitar quemaduras solares, fotoenvejecimiento o enfermedades como el melanoma o cáncer de piel. Pero ¿es necesario tener algún tipo de cuidado adicional a parte de los preventivos? Tu piel te agradecerá que la mimes después de tomar el sol. Los consejos que te daremos en nuestro artículo de hoy te ayudarán a suavizar la epidermis, reforzarla contra las agresiones externas y prolongar el bronceado.


Hidrata tu piel

Los baños de sol continuados pueden causar sequedad. Por este motivo es indispensable que después de las exposiciones utilices una hidratante corporal nutritiva. Existen fórmulas aftersun con propiedades calmantes y específicas para este fin. Evita sin embargo los productos que contengan peelings químicos como el retinol o los alfa-hidroxiácidos ya que no son muy aconsejables cuando la piel está irritada.

Bebe zumos

su aporte en vitamina C refuerza la barrera de protección natural de tu piel. Los zumos de arándanos o zanahoria te ayudan además a potenciar el bronceado.

Evita las duchas prolongadas

Lo mejor es una ducha corta de 5 minutos en agua fría o tibia.

Exfoliación

Los rayos ultravioleta aceleran el proceso de descamación natural de la epidermis. Las exfoliaciones nos ayudarán a evitar que se acumulen células muertas e impurezas que obstruyen el poro. Además, la capacidad de absorción de las cremas será mucho mejor. Sin embargo conviene ser precavidas y no abusar de esta rutina de belleza: las exfoliaciones eliminan parte de la capa de grasa más superficial de la piel dejándola desprotegida contra los factores ambientales, la contaminación o el sol. Una vez a la semana es más que suficiente.

Cosméticos con efecto frío

En la farmacia encontrarás geles refrescantes que alivian la hinchazón de piernas y tobillos. Si guardas la hidratante corporal unos minutos en el frigorígico antes de aplicártela, lograrás una agradable sensación.

Sábila

Su pulpa aplicada de forma tópica tiene propiedades descongestivas y calmantes. Si tu piel está irritada después de exponerla al sol, prueba con untarte un poquito de aloe vera (o sábila) en las zonas afectadas.

Además de estos consejos, recuerda que es necesario beber al menos dos litros de agua al día (sobre todo si tomamos al sol) no sólo para mantener nuestra piel en condiciones sino también para garantizar el buen funcionamiento de los riñones y evitar un golpe de calor.