La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el pasado 11 de marzo de 2020 el inicio de la pandemia por coronavirus (COVID-19). Desde este momento, muchas cosas han cambiado en nuestras vidas y, en materia de salud buco-dental, la mayoría de los expertos coinciden en decir que la pandemia ha tenido un impacto muy negativo para la salud de nuestra boca.
El miedo a los contagios y los aplazamientos constantes a la consulta del dentista han ocasionado que muchas de estas afecciones se vuelvan más graves por el retraso en los diagnósticos. Desde la Clínica Dental Parque nos recuerdan la importancia de «visitar al dentista al menos cada seis meses, para así hacer un diagnóstico precoz de los posibles problemas. En cuanto a pacientes periodontales se refiere, deberán acudir a la consulta cada cuatro meses» – aseguran. «Lo que sí te pedimos es que no lo dejes pasar. Es necesario ir al dentista y cuidar la boca. Si no cuidamos de nuestros dientes, en el futuro no podremos evitar problemas de encías, de dientes y de dolores y molestias asociadas a ambos» – añaden los dentistas en Albacete.
Retomar el cuidado dental tras la pandemia.
Con la vuelta a la normalidad y el regreso a la consulta del dentista, los especialistas han notado un aumento de los casos de caries, bruxismo o roturas de dientes.
Uno de los problemas principales ha sido el empeoramiento de las piezas con caries hacia un estadio avanzado, lo que significó en muchos casos la extracción de los dientes afectados por el avance de la infección.
El otro problema que ha ido en aumento durante la pandemia es el bruxismo. El estrés y la ansiedad ocasionados por el confinamiento, las preocupaciones y los cambios de rutina, contribuyen a la aparición de nuevos casos de bruxismo (apretar los dientes de forma involuntaria, sobre todo durante las horas de sueño). Con el paso del tiempo, la presión constante sobre las piezas dentales provoca desgaste, dolor en la mandíbula, fracturas o grietas.
Malos hábitos, descuido de la higiene dental y retrasos a la consulta del dentista: las causas principales del empeoramiento de nuestra salud dental.
El pasar más tiempo en casa no ha mejorado nuestros hábitos en lo que respecta a la alimentación o a la higiene dental. Según indica una encuesta realizada en 2021 por la American Association of Endodontists, muchas personas que tele-trabajaban durante el confinamiento descuidaron su rutina diaria de higiene dental. El 31% afirmó que comían más dulces, un 21% no se cepillaba los dientes por la mañana y un 24% aseguró usar el hilo dental con menos frecuencia.
Además, el picoteo entre horas no sólo se traduce en kilos de más; los restos de comida también se depositan entre los dientes favoreciendo la acumulación de placa bacteriana. Una vez que esta placa se ha adherido al esmalte, no se puede eliminar con el cepillado convencional o con remedios caseros, es necesario acudir a la consulta del dentista para realizarnos una limpieza dental profesional.
Niños, ancianos y pacientes con ortodoncias deben prestar especial atención en cuidar la boca.
Los malos hábitos de higiene dental y no acudir al dentista con la frecuencia debida, son la causa de la alta incidencia que todavía tiene la caries en España. Nos fijamos en los datos de la última Encuesta de Salud Oral en España 2020, el sexto estudio epidemiológico de ámbito nacional donde se recoge información sobre la salud buco-dental de la población de la población española entre 1993 y 2020.
Los datos más relevantes de esta última encuesta han sido:
- La incidencia de la caries se mantiene estable en el grupo de los niños de 5-6 años. Uno de cada tres menores presenta caries a esa edad pero el 75% no son tratados porque los padres no son conscientes de que las caries de los dientes de leche pasarán a los dientes definitivos cuando estos salgan. Por este motivo el Consejo General de Dentistas recuerda la importancia de cuidar la salud buco-dental de los más pequeños.
- En el grupo de adolescentes de entre 12 y 15 años se observa una disminución de la caries en la dentición permanente. Si en 1993 el 70-80% de los jóvenes presentaban caries, en la actualidad estas cifras se reducen al 30-35%.
- La población envejecida es la más propensa a tener problemas dentales. Los mayores de 65 años presentan una tasa de caries más elevada que la de los niños en edad escolar. Además, un 12% tenían bolsas periodontales severas. Una de las razones es la sequedad en la boca que hace que los dientes sean más vulnerables a los ácidos que causan la caries.
- Los pacientes con ortodoncia fija o brackets necesitan revisiones más exhaustivas ya que a menudo es difícil seguir una correcta higiene dental en casa y es recomendable que un especialista valore periódicamente los cúmulos de sarro en zonas de difícil acceso para el cepillo.
Las clínicas dentales son lugares seguros.
Hemos visto que retrasar la visita al dentista puede ser muy dañino para la salud buco-dental. Las caries sin tratar o incluso enfermedades de las encías que pasan prácticamente desapercibidas, empeoran con el paso del tiempo hasta ocasionar la pérdida de las piezas dentales. Los empastes sin revisar también pueden debilitarse y fracturarse en los bordes permitiendo la filtración de bacterias. La mayoría de las veces, los problemas dentales tienen una larga evolución y no siempre experimentamos dolor de muelas como un indicador de que algo pasa en nuestra boca.
Aunque es comprensible sentir temor a contagiarse, debes saber que las clínicas dentales son lugares muy seguros que cuentan con protocolos exhaustivos de desinfección. Los dentistas, como parte de los profesionales sanitarios, han sido vacunados y la mayoría de ellos adoptan además medidas adicionales para su propia seguridad y la del paciente: protectores faciales, mascarillas que impiden las filtraciones o instalación de purificadores de aire y sistemas de aspiración mejorados.
No hay razón para no ir al dentista y cuidar la boca con la misma importancia que le damos a otros problemas de salud. A punto de terminar 2021, recordamos que la salud buco-dental es una asignatura pendiente que debemos aprobar para comenzar el año que viene con la mejor de nuestras sonrisas.