Aunque hacemos todo lo posible por cuidarnos al seguir una dieta equilibrada y unos hábitos de vida saludable, no siempre es posible obtener todos los nutrientes que necesitamos exclusivamente de los alimentos. Esto ocurre sobre todo a medida que envejecemos o cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés prolongado. En estas circunstancias los suplementos liposomados pueden ser una ayuda valiosa.
¿Qué son exactamente los suplementos liposomados?
Los suplementos liposomados son un tipo de suplementación que utiliza la estructura de los liposomas para encapsular vitaminas, minerales y otros compuestos bioactivos introduciéndolos en el interior de las células.
En el año 1961 el científico británico Alec D. Bangham descubrió que los fosfolípidos al combinarse con el agua formaban una esfera con dos capas diferenciadas: una hidrosoluble y otra liposoluble, más un núcleo de solución acuosa.
Esta característica otorga a los liposomas la capacidad de sellar o encapsular todo tipo de nutrientes hidrófilos en su interior como pueden ser las vitaminas y los antioxidantes, para luego transportarlos al interior de las células.
Los liposomas se utilizan ampliamente en la industria cosmética y farmacéutica, tanto en la elaboración de suplementos nutricionales como en cremas y lociones de uso tópico.
Beneficios principales de los suplementos liposomados.
La tecnología de encapsulación liposomal ofrece una serie de ventajas frente a los suplementos convencionales:
- Mayor biodisponibilidad: los suplementos convencionales no están protegidos de las enzimas digestivas y los jugos gástricos del estómago. Apenas aprovechamos el 20% de sus principios activos, pero con los suplementos liposomados este porcentaje se eleva al 90%.
- Mayor estabilidad: al encapsular los nutrientes en una estructura lipídica quedan protegidos de la degradación causada por la luz, el calor o el oxígeno. Esto quiere decir que podemos almacenarlos durante más tiempo sin que pierdan efectividad.
- Reducen la irritación gastrointestinal: algunos nutrientes pueden causar irritación de la mucosa gastrointestinal si se consumen de forma no encapsulada. Los suplementos liposomados podrían reducir estos síntomas al evitar el contacto directo con las paredes estomacales.
- Entrega dirigida: los liposomas también se pueden modificar para permitir su entrega dirigida a determinadas células del cuerpo. Esto se logra modificando la membrana de la estructura liposomal para que se adhiera selectivamente a ciertos tipos de células.
¿Dónde comprar suplementos liposomados?
Es importante tener en cuenta que la efectividad de los suplementos liposomados puede variar según las características del producto. La calidad de los ingredientes seleccionados es crucial, así como las técnicas de encapsulación empleadas ya que esto puede influir en la estabilidad de los liposomas.
Si buscas una tienda online de suplementos liposomados de confianza, te recomiendo visitar la web de Fepadiet. Desde su creación en el año 2001, esta empresa madrileña ofrece al consumidor productos elaborados con las mejores materias primas y que cumplen con la actual Legislación Europea y las certificaciones ISO y GMP.
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¿Cuáles son los suplementos liposomados más vendidos en la actualidad?
Los suplementos que podemos necesitar varían según la edad o las carencias nutricionales.
Por ejemplo, las vitaminas liposomales son muy útiles para combatir los radicales libres y hacer frente al estrés oxidativo.
Un caso destacado es el de la vitamina C ya que nuestro cuerpo no es capaz de producirla por sí mismo y debemos obtenerla a partir de los alimentos o de la suplementación.
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El problema de la vitamina C es que es poco estable y se degrada con facilidad. Sin embargo, gracias a la tecnología liposomal los fabricantes de suplementos han logrado superar este obstáculo. La vitamina C liposomada se introduce fácilmente dentro de leucocitos, que son las células inmunitarias del cuerpo, aumentando nuestras defensas frente a las infecciones víricas.
Otro poderoso antioxidante que suele estar presente en los suplementos liposomados es el glutatión. Al igual que la vitamina C, apoya al sistema inmunológico y previene el daño oxidativo. Es especialmente beneficioso para la salud hepática ya que ayuda a eliminar toxinas y compuestos dañinos para el organismo como los metales pesados.
Entre los minerales destacan el magnesio y el hierro.
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El magnesio interviene en la actividad de los músculos y el aprovechamiento de la glucosa. Tras un esfuerzo físico intenso (por ejemplo, al practicar deporte) nuestro cuerpo consume un 10% más de magnesio de lo habitual. El agua mineral es una de las fuentes principales de magnesio en nuestra dieta, pero es posible que los atletas o las personas que llevan un ritmo de vida acelerado deban complementar la ingesta natural de magnesio con suplementos liposomados.
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El hierro también es importante ya que participa en la producción de la hemoglobina, que son las células encargadas de transportar el oxígeno a través del torrente sanguíneo. Niveles bajos de hierro provocan debilidad, cansancio, caída del cabello, palidez en la piel y, en última instancia, anemia ferropénica. El hierro liposomado es altamente biodisponible y contribuye a evitar algunos de los efectos adversos del hierro tradicional como son las náuseas o el sabor metálico en la boca.
Otros suplementos nutricionales que pueden utilizar la tecnología de encapsulación liposomal son la curcumina, la Coenzima Q10 o la vitamina B12.
Recuerda que los suplementos liposomados pueden ofrecer sus beneficios siempre que los acompañemos de una dieta sana y de un estilo de vida saludable.
Si estás embarazada o sufres algún tipo de enfermedad renal o hepática, te recomendamos consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada y la idoneidad de estos suplementos en tu situación particular.
