Hoy en día existen muchos productos en el mercado para combatir el sudor corporal. En roll-on o en spray… Algunos de ellos aparecen catalogados como desodorantes y otros como antitranspirantes. ¿Cuáles elegir? Los expertos en dermatología aclaran nuestras dudas para que seleccionemos la opción más saludable y respetuosa con nuestra piel.


La naturaleza del sudor

Su función es la de eliminar toxinas y mantener la temperatura constante en nuestro cuerpo. Por eso cuando hace mucho calor, tenemos fiebre, hacemos ejercicio físico o comemos alimentos picantes, sudamos más de la cuenta. Aunque también puede ser una respuesta corporal a ciertas emociones como la ansiedad, el miedo o la vergüenza.

Cristina Villegas, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Sanitas La Moraleja de Madrid y miembro de la Academia Española de Dermatología (AEDV), explica que la sudoración se produce en las glándulas sudoríparas que segregan una sustancia estéril compuesta principalmente por agua y sales minerales:

«Existen dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas, muy numerosas y distribuidas por toda la superficie corporal y las apocrinas, escasas, que acompañan al folículo pilosebáceo (asociación del pelo y la glándula sebácea) en regiones como axilas, ingles y conducto auditivo externo».

El olor corporal procede de la fermentación de ciertos componentes del sudor por las bacterias que se encuentran en la superficie de la piel. Las hormonas también pueden influir en este proceso. Las glándulas apocrinas comienzan su actividad a partir de la pubertad por estímulo hormonal; por este motivo el sudor de los niños no huele tanto como el de los adultos.

Desodorantes y antitranspirantes

Para combatir el olor desagradable y los cercos en la ropa que produce el sudor, la industria cosmética cuenta con una amplia gama de productos que enmascaran y reducen sus efectos. ¿Sabes diferenciarlos?

Desodorantes

Su función es la de enmascarar el mal olor, pero no evitan la transpiración. Para conseguirlo utilizan una fragancia y alcohol (etanol). Tienen una duración aproximada de 12 horas pero no son demasiado efectivos en personas cuyo sudor huele muy fuerte.

Antitranspirantes

Evitan la secrección de sudor depositando pequeñas cantidades de sales de aluminio sobre las glándulas sudoríparas. Estas partículas permanecen durante un periodo aproximado de 3-4 días hasta que se desprenden con el agua. No deben aplicarse en el resto del cuerpo ya que podrían taponar los poros. Su efectividad es mayor que la de los desodorantes y su efecto anti-bacteriano más duradero.

En las últimas décadas algunos estudios han relacionado el uso de desodorantes y antitranspirantes con el cáncer de mama. Estas investigaciones se basan en que la mayoría de los tumores de mama se localizan en el cuadrante superior externo, la zona más próxima a la axila, desde donde se filtraría el aluminio, principal componente de estos productos, hasta el tejido mamario. Sin embargo, organizaciones sanitarias como Food and Drug Administration (FDA) o  Nacional Cancer Institute (NCI) aconsejan no alarmarse frente a estos estudios y exigen un análisis científico más riguroso.

Según la dermatóloga Villegas, estos productos están dermatológicamente testados y no causan daños a nuestra salud aunque sí pueden desencadenar alergias e irritaciones en la piel como cualquier otro cosmético.

Otros estudios apuntan a que lo perjudicial no serían las sales de aluminio sino los parabenos presentes en las fórmulas cosméticas de muchos de estos productos (metilparabeno, propilparabeno, etc). Estas sustancias actúan de forma similar a las hormonas llamadas estrógenos y pueden fomentar el crecimiento de las células cancerígenas.

A falta de conclusiones contundentes sobre el tema, lo mejor es tratar de cuidarnos eligiendo productos libres de alcohol, sales de aluminio, perfumes (si tenemos la piel sensible) y parabenos.

Otros consejos

Mantén un buen aseo personal. Es la forma más efectiva de eliminar el mal olor corporal.

Tanto los desodorantes como los antitranspirantes pueden tener diferentes envases y presentaciones.

  • Los desodorantes en spray por ejemplo, vaporizan el producto por todo el cuerpo dejando una sensación de frescor, aunque suelen contener alcohol.
  • Las presentaciones en roll-on y stick son muy prácticas y fáciles de llevar. Empapan la piel dejando una sensación agradable. Además suelen ser más económicos.
  • Los desodorantes en crema vienen muy bien para las pieles sensibles. Son más suaves y no contienen alcohol pero pueden manchar más la ropa.
  • Y, por último, no podemos olvidarnos de los nuevos desodorantes que retrasan el crecimiento del vello, asegurando unas axilas suaves durante más tiempo.

Aunque no siempre se soluciona de este modo, trata de beber al menos dos litros de agua al día y evita las comidas picantes y ricas en grasas saturadas. Reduciendo el nivel de toxinas de nuestro organismo reduciremos también la carga bacteriana en nuestro sudor.