El 13 de enero se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una enfermedad que según la OMS afecta a más de 300 millones de personas y es ya la segunda causa de suicidio entre los jóvenes de 15 a 29 años.
El Día Mundial de la Lucha contra la Depresión surge con el fin de sensibilizar y prevenir a la población sobre este trastorno que puede llegar a convertirse en un serio problema de salud.
Síntomas de la depresión
La depresión no es un estado de tristeza pasajero sino una condición mantenida en el tiempo y que tiene un impacto negativo en la vida cotidiana de las personas afectadas.
Algunos de los síntomas más comunes son:
- Falta de esperanza y ansiedad permanentes.
- Irritabilidad
- Cambios en los patrones de sueño.
- Aumento o pérdida del apetito.
- Pensamientos sobre la muerte y el suicidio.
La pandemia: un detonante para los cuadros depresivos.
Víctor Pedreira, director del Servicio de Psiquiatría del Complexo Hospitalario de Pontevedra, comenta que al igual que sucedió con otras patologías el estallido de la pandemia postergó también la atención a la salud mental ya de por sí debilitada y desatendida en el sistema público de salud. A esto hay que sumar el agravamiento de los cuadros sintomáticos en pacientes depresivos a raíz del confinamiento.
«Hay una evidencia clara de mayor prevalencia de la depresión. Es algo derivado de la propia pandemia, del temor, la aprensión, la inseguridad… Sobre todo en las primeras fases de la pandemia generaba angustia e inquietud, factores que predisponen a la depresión. Si a eso le sumamos la falta de rutina en la vida ordinaria que supuso el confinamiento y las restricciones, tiene un precio que se paga» – comenta.
Pedreira insiste en la importancia de combatir el negacionismo también en este terreno. Según las últimas encuestas el 20,6% de la población española sufre esta enfermedad pero un porcentaje muy alto no puede seguir una terapia para tratar la depresión por falta de recursos económicos.