El deseo de tener unos dientes blancos y brillantes está cada vez al alcance de más personas; todo gracias a los avances que hemos vivido en los últimos años en el campo de la estética dental. Tratamientos como el bótox dental, el blanquamiento por láser o las ortodoncias invisibles, han permitido a muchas personas recuperar la confianza a la hora de sonreír.
Hoy os hablaremos de las carillas dentales de porcelana, una técnica pensada para reconstruir los dientes deteriorados por causa de enfermedades, de accidentes o por la edad.
Las carillas dentales de porcelana se adhieren a la cara visible de cada diente y tienen una vida útil de diez años aproximadamente. Para colocarlas, el odontólogo debe realizar antes una limpieza dental profunda. Luego hace un desgaste en la superficie del diente para que la carilla pueda adherirse bien.
Previamente a todo este proceso, se realizarán las impresiones dentarias del paciente para la confección de las láminas.
Como podéis comprobar es un procedimiento mínimamente invasivo aunque en algunos casos se coloca anestesia local, según valore el dentista.
Uno de los mayores inconvenientes de este tratamiento es su precio, el cual no es accesible para todos los bolsillos (el precio de cada carilla oscila entre los 300 y los 500 euros).
Una vez colocadas requieren de ciertos cuidados específicos y visitas periódicas al dentista para revisar su buen estado.
