baño relajante spa casero

Tras una larga jornada de trabajo no hay nada mejor que aliviar tensiones tomando un baño antiestrés. Hoy te enseñaremos a convertir tu cuarto de baño en un spa incluyendo unos pequeños detalles al alcance de casi cualquier bolsillo.


¡Atrévete a hacer de tu baño el lugar más agradable y relajante de tu casa y disfruta de tu baño con los cinco sentidos!

Vista

Una de las formas de relajarse y de hacer que en el entorno que nos rodea se respire armonía, es encontrar una perfecta combinación de colores. Los tonos claros y suaves tienden a tranquilizarnos. El blanco es un color neutro y puro que ayuda a que tus estados de ánimo se liberen con facilidad. La gama de los azules y los celestes estimulan la fantasía y mejoran la concentración mientras que los colores cálidos tienen un efecto tranquilizador. Puedes jugar con la gama de colores del arcoiris tanto en los azulejos y las baldosas como en los juegos de toallas y cortinas de tu baño.

La luz debe ser lo más natural posible ya que los focos alógenos son demasiado intensos y pueden dar sensación de agobio; si no tienes ventana exterior en tu baño, también puedes usar una iluminación a base de tulipas o bien pequeñas velas (mucho mejor si son perfumadas) para relajarte al máximo.

Trata de crear un escenario de la Naturaleza. Para ello bastará con colocar en las repisas algunas plantas de hoja verde y caracoles o piedras recolectadas en la playa o en los ríos para proyectar la imagen mental de un paisaje veraniego. En algunos centros profesionales también se colocan cristales o espejos ya que se les atribuye la propiedad de reflectar y purificar la energía.

Y recuerda, sobre todo, que tu baño debe estar lo más ordenado posible ya que el desorden aumenta las sensaciones de estrés.

Oído

Pon una música de fondo suave para conseguir una mayor armonía y paz interior. Te recomendamos que elijas para ello un CD de música clásica o de sonidos de la naturaleza: agua, pájaros, etc.

Olfato

Los aromas suaves y envolventes te ayudarán a combatir el estrés. No utilices fragancias químicas o ambientadores comerciales; es preferible que minutos antes quemes unos palitos de incienso en tu baño y luego abras las puertas unos cinco minutos para que el olor no sea tan concentrado. Otra posibilidad es poner a hervir en un cazo tres limones cortados en tres tazas de agua y dejar que enfríe para verter el líquido en un atomizador para perfumar la estancia. Las velas aromáticas aportan una fragancia fresca y relajante, sobre todo si elijes aromas ligeros como la lavanda.

En un antiguo post del mes de enero, os explicábamos también cómo crear sales de baño para relajarse y perfumar la piel. Si aun no lo has leído y te interesa este tema, te recomendamos que le eches un vistazo.

Tacto

Procura que todos los materiales de tu baño sean de productos 100% orgánicos. Usa toallas de algodón y evita las cortinas de plástico o PVC ya que están hechas con derivados del petróleo. Las alfombras que coloques en el suelo, deberían ser también de fibra natural, al igual que la bata con la que seques tu cuerpo.

Al hablar del sentido del tacto, tenemos que tener en cuenta también la temperatura del agua de tu baño. Los baños con agua fría reactivan la circulación de la sangre mientras que los baños con agua caliente alivian las tensiones musculares y son ideales para la noche.

Gusto

Disfruta de una buena copa de vino o de tu postre preferido mientras estás en la bañera… ¡ te aseguramos que no hay ningún remedio casero tan eficaz para combatir el estrés! Eso sí, si te das ese capricho procura que el agua del baño esté templada o podría darte un corte de digestión.