Cuando hablamos de depilación definitiva, inmediatamente nos viene a la mente el láser, la luz pulsada y otras técnicas basadas en la utilización de aparatología médico-estética de nueva generación. Sin embargo, los intentos por alcanzar un método eficaz para deshacerse del vello de forma permanente e indolora, comenzaron a desarrollarse desde mucho tiempo atrás.


Uno de ellos es el conocido con el nombre de electrólisis. Su invención se remonta al año 1875 cuando el oftanmólogo Dr. Michael tuvo la idea de usar una aguja eléctrica para destruir el folículo piloso de las pestañas que crecían hacia dentro provocando la aparición de orzuelos. Tiempo después, se descubrió que esta técnica podría ser muy eficaz para deshacerse del vello de cualquier zona del rostro.

A día de hoy la electrólisis es el método de depilación facial más utilizado después del láser. Tiene como ventaja sobre este último que es más económico, y sobre la luz pulsada que pueden aprovecharse también de él personas con fototipos claros.

Si tienes la piel sensible y no toleras la cera o las depiladoras eléctricas, este sistema puede ser ideal para ti.

¿Estás buscando información sobre las opciones para eliminar de forma permanente el vello de la cara y de las partes más delicadas de tu cuerpo? ¿Quieres conocer qué alternativas seguras y adsequibles existen al láser? Entonces, continúa leyendo este artículo e intentaremos despejar tus dudas sobre la depilación definitiva mediante electrólisis.

Depilación por electrólisis ¿en qué consiste?

La depilación por electrólisis consiste en la insercción de una aguja, fina y estéril dentro del folículo piloso, allí donde se genera el nacimiento del pelo. A través de esta aguja se libera una pequeña descarga eléctrica que quema la raíz del vello, debilitándolo progresivamente. Si esto es practicado de forma recurrente, el folículo pierde su capacidad de regenerarse, impidiendo así que vuelva a crecer.

¿Cuántas sesiones son necesarias?

A partir de la sexta semana desde la primera sesión, el vello vuelve a crecer aunque mucho más débil, siendo necesario repetir el procedimiento. Por lo general, son necesarias entre 6-8 sesiones hasta que desaparezca por completo. El número de sesiones puede variar en función de diferentes factores como:

  • Cantidad y grosor del pelo
  • Métodos de depilación efectuados con anterioridad
  • Factores hormonales
  • Cierto tipo de medicamentos.

Es necesario también tener en cuenta que cada vello tiene diferente tiempo y ciclo. Cuando un vello crece y termina su ciclo normal es reemplazado por otro. El folículo piloso puede estar en estado inactivo pero el vello latente, aunque todavía no haya aflorado a la superficie. Por este motivo, el tratamiento debe realizarse de forma progresiva ya que puede que al cabo de dos meses tengamos vellos nuevos que no se hayan observado en la sesión anterior.

Por otra parte, la electrólisis no debe practicarse nunca en menores de edad o pacientes que todavía no hayan finalizado su desarrollo hormonal pues es muy posible que el vello vuelva a aparecer, lo que significaría tirar el dinero.

Diferencias entre la depilación por láser y electrólisis.

Son los métodos más utilizados para eliminar permanentemente el vello facial. Sin embargo, existen importantes diferencias entre ellos:

  • El láser (y la luz pulsada) trabajan mediante impulsos (corrientes alternas de corto o largo alcance) permitiendo tratar superficies extensas mientras que la electrólisis lo hace de forma individual, es decir, pelo a pelo.
  • Por lo general, se necesita un mayor número de sesiones de electrólisis para obtener los mismos resultados que con el láser. Es un tratamiento progresivo y gradual.
  • La electrólisis, al trabajar de forma localizada, es más efectiva para tratar áreas pequeñas, por ejemplo: los pezones, las mejillas, la barbilla, el labio superior o las cejas (una zona, por cierto, imposible de depilar mediante el láser ya que se dañaría la retina).
  • El precio de la depilación mediante electrólisis suele ser más adsequible que el de la depilación por láser.

Otros aspectos a tener en cuenta.

  • La electrólisis debe ser realizada siempre por profesionales cualificados que trabajen con el equipo adecuado. Ten en cuenta que, al emplearse electricidad, si no se utiliza una aparatología precisa o la persona encargada de realizar el tratamiento no tiene experiencia en ello, pueden producirse quemaduras en la piel.
  • Asímismo, se deben usar agujas esterilizadas o material desechable con cada paciente y la zona a tratar debe limpiarse de forma previa para evitar infecciones.
  • Después de una sesión de electrólisis para eliminar el vello facial, no debes maquillarte pues los residuos de los cosméticos pueden introducirse en el poro que ha sido abierto provocando una infección. Simplemente, aplícate una loción astringente y espera dos o tres días a que la piel se recupere.
  • Si bien, la electrólisis no es un método especialmente doloroso, sí causa algunas molestias ya que es prácticamente imposible destruir un folículo piloso de forma totalmente indolora (están rodeados de terminaciones nerviosas). Cuanto más experiencia tenga el profesional a cargo y más débil sea el pelo, menos dolerá. La irritación e inflamación que aparecen después del tratamiento suele desaparecer por sí sola en una hora o dos. Un tónico facial con efecto calmante puede ayudarte a aliviar la sensación de escozor temporal.