¿Quién te ha dicho que las embarazadas no pueden hacer deporte? La actividad física moderada es beneficiosa durante el embarazo por muchas razones:
- Aumenta los niveles de energía, la resistencia al dolor, la flexibilidad y, además, mejora la capacidad cardio-respiratoria.
- Ayuda a controlar la presión arterial.
- Evita el exceso de peso. Las mujeres que practican ejercicio físico con regularidad ganan menos kilos durante el embarazo y recuperan antes su peso habitual.
- Facilita el parto y la recuperación física después del parto.
- Mejora la postura y previene los dolores lumbares.
- Favorece la autoestima y combate la depresión.
Si antes del embarazo asistías habitualmente al gimnasio, habla con tu entrenador personal para que diseñe una rutina adaptada a tu nueva condición física. También puedes acudir a un fisioterapeuta especializado en gimnasia para fortalecer el suelo pélvico.
Caminar es uno de los ejercicios más sencillos y beneficiosos para las embarazadas ya que ayuda a prevenir los problemas circulatorios y la hinchazón de piernas y pies. Además, puedes practicar aquaerobic o cualquier deporte suave en el agua ya que el riesgo de sufrir lesiones es mínimo y evitarás el sobrecalentamiento del cuerpo que puede surgir al practicar otro tipo de deportes.