Hidrolatos y aceites esenciales son ingredientes habituales en cosmética natural. Prácticamente todos sabríamos diferenciar a simple vista un hidrolato de un aceite esencial, pero no todo el mundo conoce las propiedades de uno y otro y sus métodos de obtención.



¿Cómo se obtienen los hidrolatos y los aceites esenciales?

Tanto los hidrolatos como los aceites esenciales emplean un método de extracción que se conoce como «destilación al vapor». Se trata de un proceso en el que selectivamente y mediante el uso del vapor de agua, se vaporizan los componentes volátiles de la materia prima vegetal.

Estas moléculas volátiles de la planta son arrastradas por la corriente de vapor hacia el refigerante donde se enfrían y se condensan. Podemos observar entonces una parte acuosa que sería el hidrolato y flotando por encima de él estaría el aceite esencial.

Diferencias en la composición química

Dado que el hidrolato y el aceite esencial se obtienen juntos durante la destilación de la planta, podríamos pensar que el hidrolato es aceite esencial diluido en agua, pero hablamos de dos sustancias con diferente composición química.

El hidrolato contiene moléculas solubles en agua que no están presentes en el aceite esencial, por ejemplo:

  • Alcoholes: linalol, alfa terpineol, lavandulol y geraniol
  • Fenoles: carvacrol, timol y eugenol
  • Cetonas: alcanfor, verbenona, tuyona
  • Esteres: acetato de linalilo, metilchavicol y anetol
  • Aldehídos aromáticos y terpénicos: geranial, linalal, citronelal
  • Óxidos: eucalitol (o 1,8-cineol)

En cambio, los monoterpenos (pineno, canfeno, cariofileno, cedreno o terpineno) que están presentes en los aceites esenciales, prácticamente no aparecen en los hidrolatos porque son insolubles en agua.

Resumiendo las principales diferencias en cuanto a su composición química:

  • El aceite esencial posee un 100% de moléculas aromáticas, mientras que el hidrolato sólo contiene entre el 0,02 y 0,05% de sustancias aromáticas.
  • Los monoterpenos (sustancias muy abundantes en los aceites esenciales) no están presentes en los hidrolatos.
  • Los hidrolatos contienen moléculas como glicerol y polisacáridos que no aparecen en los aceites esenciales.

Concentración y propiedades cosméticas

  • Los aceites esenciales son principios activos altamente concentrados (mucho más que los hidrolatos). Por eso, cuando elaboramos una crema casera, añadimos como máximo un 2% de aceites esenciales pero podemos utilizar hasta un 70% de hidrolato en la fase acuosa.
  • Los hidrolatos tienen un agradable aroma floral y herbáceo gracias a las sustancias aromáticas que contienen (alcoholes, aldehídos y ésteres). Frente a estos, los aceites esenciales tienen una fragancia más pesada y terrosa que se debe a su contenido en monoterpenos. Por eso, para elaborar cosméticos limpiadores o tónicos faciales, los hidrolatos suelen ser la mejor opción.
  • Al carecer de agua en su composición, los aceites esenciales no tienen pH. Los hidrolatos sí lo tienen y oscila entre el 4 y el 7.
  • Como cualquier sustancia que contenga agua, los hidrolatos son susceptibles a contaminarse con microorganismos. Cuando se obtienen mediante destilación a 100ºC, los hidrolatos son sustancias estériles pero tras su manipulación pueden contaminarse con bacterias, levaduras y hongos. Por este motivo, cuando elaboramos cualquier cosmético con fase acuosa y que contenga hidrolatos, glicerina, aguas florales, etc. debemos añadir siempre un conservante.
  • No podemos decir lo mismo de los aceites esenciales. Estos últimos pueden enranciarse al estar mal cerrados, por la exposición a la luz o al calor, pero nunca se contaminan por bacterias o microorganismos ya que carecen de agua. Por esta razón, en los cosméticos que solamente tienen fase oleosa (bálsamos, pomadas, etc.) no necesitamos añadir un conservante a la fórmula.
  • A menudo, los hidrolatos y los aceites esenciales se complementan entre sí en cremas, lociones o cualquier cosmético basado en una emulsión de agua y aceites. En este caso, los hidrolatos formarán parte de la fase acuosa y los aceites esenciales suelen incorporarse como principios activos en la parte final cuando la crema está ya a temperatura ambiente (son sustancias muy volátiles y se degradan con el calor).