Los productos cosméticos pueden tener diferentes presentaciones: líquidas, sólidas, semi-sólidas, etc. ¿En qué se diferencia entonces una crema de un ungüento?


Tanto las cremas como los ungüentos son cosméticos semi-sólidos, pero se diferencian básicamente por su contenido en agua. Un ungüento utiliza muy poca cantidad de agua en su elaboración, mientras que en las cremas más del 50% del contenido es agua. Una crema es una emulsión o unión estable entre grasas y agua, por lo tanto tiene dos fases: una acuosa y otra oleosa.

¿Para qué sirven los ungüentos?

Los ungüentos son uno de los preparados cosméticos más antiguos que se conocen (se han encontrado tarros de ungüentos entre los restos arqueológicos del Antiguo Egipto).

En el mercado podemos hallar muchos tipos de ungüentos: hidrófobos, hidrófilos o emulsificantes con agua. Te hablaremos de los preparados hidrófobos (que son los más comunes). Entre ellos se encuentran las siguientes sustancias:

  • Parafinas: son un derivado del petróleo.
  • Lanolina: grasa animal que se extrae de la lana de las ovejas.
  • Cera de abejas: muy utilizada en cosmética natural.
  • Mantecas vegetales: como la manteca de karité o la manteca de cacao.

La parafina es comedogénica y puede producir comedones. La lanolina no tiene sustancias químicas en su composición aunque se ha constadado que en algunas personas provoca problemas de alergia. La cera de abejas también es comedogénica, por tanto si la empleamos como emulsionante en nuestras cremas caseras o ungüentos debemos ajustar su porcentaje al mínimo. En cuanto a la manteca de karité y la manteca de cacao son materias primas no comedogénicas y serían la mejor opción para las pieles sensibles y reactivas.

Composición de un ungüento

La composición de los ungüentos en cosmética natural se basa en un alto porcentaje de grasas y algo de agua que puede venir también de los hidrolatos o incluso de materias primas como el gel de aloe vera.

Gracias a estas características, los ungüentos forman una capa impermeable sobre la piel que impide la evaporación del agua (son altamente oclusivos). Los principios activos que contienen son absorbidos de forma gradual, por eso se dice que los ungüentos tienen una gran capacidad emoliente ya que las grasas por definición son emolientes (crean una película protectora que evita la pérdida de la humedad natural).

En farmacia los ungüentos son los preparados con una proporción más alta de principios activos y están indicados en casos de:

  • Piel descamada, seca o agrietada.
  • Dermatosis
  • Lesiones secas como las costras de la psoriasis
  • Áreas donde la piel es gruesa y seca como los codos o las rodillas

Cremas cosméticas

El agua desde el punto de vista microbiológico, siempre complica las cosas en los productos cosméticos; por eso una crema es un producto más complejo desde el punto de vista de su elaboración que un ungüento.

Los agentes que a lo largo de la vida de una crema pueden alterar su composición son de tres tipos: químicos, físicos y biológicos.

Composición de una crema

Una buena crema cosmética debería tener cuatro tipo de componentes:

  • Vehiculos y excipientes
  • Principios activos
  • Aditivos: colorantes, conservantes y perfumes
  • Correctores: espesantes, correctores de pH, etc.

Desde el punto de vista de su elaboración, podemos diferenciar dos tipos de cremas cosméticas: las que son una emulsión de agua en aceite (como las cold cream) y las que son una emulsión de aceite en agua. Dependiendo del tipo de piel es más aconsejable una u otra.

La ventaja de las cremas frente a los ungüentos es que suelen ser mejor toleradas ya que no dejan sensación grasa. Están destinadas más al cuidado preventivo de la piel que a un tratamiento, aunque muchas cremas son idóneas también para el cuidado de la piel seca y descamada.

¿Conoces ya la diferencia entre una crema y un ungüento?