Para muchas personas el running es un estilo de vida. Cada día somos más conscientes de los beneficios del deporte para la salud. Redes sociales como Instagram son un reflejo fiel de esta pasión por el running que alcanza a hombres y mujeres de todas las edades.


Esta noticia es muy positiva, pero no podemos olvidar tampoco la importancia de hacernos un chequeo médico antes de iniciarnos en una actividad física tan exigente.

Según un estudio de Cinfasalud titulado «Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles», tan sólo el 25% de los deportistas que se inician en el running se han sometido antes a una prueba física de esfuerzo o ergometría, algo que según los médicos es una temeridad y uno de los principales motivos del aumento de casos de muerte súbita entre los corredores. Según señalan, la falta de concienciación es tan grande que incluso en muchas carreras populares no es obligatorio presentar una prueba de aptitud deportiva para poder competir.

¿Qué es exactamente una prueba de ergometría?

Conocida también como «test de esfuerzo» la ergometría es una prueba ambulatoria que evalúa la respuesta del corazón ante el ejercicio físico progresivo. Se realiza para descartar una posible patología coronaria y comprobar si existe riesgo en la práctica del deporte.

Según explica la Fundación Española del Corazón, gracias a la prueba de esfuerzo es posible detectar alteraciones cardiovasculares que no son evidentes mientras el paciente está en reposo, pero que suelen dar la cara cuando se somete al corazón a un esfuerzo físico intenso ya que necesitará bombear más cantidad de sangre para llevar oxígeno a los músculos.

Mientras dura la prueba un médico especialista en cardiología monitorea el electrocardiograma del paciente. El espectro de enfermedades cardíacas que puede diagnosticar la ergometría es cada día mayor. Hace algunos años se recurría a esta prueba para detectar de forma temprana la angina de pecho. Hoy en día también es útil para diagnosticar la insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial o cardiopatías congénitas.

¿Cómo se realiza la prueba?

La ergometría es una prueba ambulatoria.

Cuando el paciente llega al consultorio, el equipo médico revisará el historial clínico y, si es necesario, realizará un chequeo médico.

A continuación, se colocan unos electrodos adhesivos en el tórax para poder registrar la actividad del corazón en reposo.

Luego comienza la prueba de ergometría propiamente dicha, en la que el sujeto debe caminar o correr sobre un tapiz rodante o bicicleta estática. El especialista hará un seguimiento continuo de todos los datos reflejados en el electrocardiograma, con especial atención al momento de máximo esfuerzo.

La prueba puede detenerse si se presenta dolor torácico, dificultad para respirar, mareos o presión sanguínea con valores anormales.

Un punto de especial interés es la frecuencia cardíaca conseguida. Esta es diferente en cada individuo, pero normalmente se calcula restando de 220 la cifra correspondiente a la edad. Valores por debajo del 85% determinan que la prueba no es concluyente. Es posible que el paciente tenga alguna patología que le impide alcanzar el ritmo cardíaco normal para practicar actividad física. También puede deberse al uso de algunos fármacos que disminuyen la frecuencia cardíaca.

En cambio, si el paciente recupera la frecuencia cardíaca dos minutos después de finalizar el ejercicio, es un buen indicador de que el corazón está sano y funciona con total normalidad.

¿Cada cuánto tiempo es recomendable repetir la prueba de esfuerzo?

El riesgo de sufrir cardiopatías aumenta considerablemente con la edad. Por eso, los médicos recomiendan hacer una prueba de ergometría cada dos años en deportistas de 16 a 30 años y una vez al año a partir de los 30 años.

De igual forma, si ha pasado menos de un año desde tu última prueba de esfuerzo, pero han aparecido síntomas como fatiga al correr, mareos o agotamiento excesivo, deberías acudir a tu médico para que valore si es necesario repetir la prueba.

¿Estás de acuerdo con estos consejos? Cuéntanos si decidiste hacerte una prueba de ergometría antes de comenzar a entrenar y cuál fue tu motivación.