Tanto si sales a correr como si te machacas horas en el gimnasio, una buena rutina de ejercicios siempre incluirá una tabla de estiramientos antes de iniciar la actividad física.

Muchas personas que no practican estiramientos desconocen sus múltiples beneficios, entre ellos: mejorar el rendimiento físico, prevenir lesiones, aumentar la flexibilidad o reducir dolores musculares.

La mayoría de los programas, aeróbicos o de fuerza, provocan que los músculos se contraigan y se estiren. Estirando previamente conseguirás:

  • Incrementar la flexibilidad, mejorando tu rendimiento deportivo.
  • Ampliar el porcentaje de movimiento de tus articulaciones. Lo que, a la vez, mejora la movibilidad y nos hace más resistentes ante posibles lesiones.
  • Estimular la circulación de la sangre hacia los músculos. Esto se traduce en una recuperación más rápida de los esfuerzos físicos.
  • Estirar regularmente evita también que tus músculos se agarroten, ayudándote a mantener una postura corporal óptima y minimizando los dolores musculares.
  • Reduce el estrés. Los músculos a veces sufren tensión que se libera al practicar estiramientos.
  • Puede prevenir lesiones. Un músculo tenso o contraído es propenso a lesionarse. El estiramiento prepara tus músculos y articulaciones para la actividad física.

¿Convencida? ¿lista para estirar? Te daremos algunos consejos para que lo hagas a la perfección:

  • Trabaja diferentes grupos musculares. Cuando estires pon especial atención a los músculos de la cadera, muslos, pantorrillas, parte inferior de la espalda, cuello y hombros.
  • Calienta primero: si estiras cuando tus músculos están fríos, aumentará el riesgo de tirones y lesiones musculares. Puedes caminar por un periodo corto de tiempo a la vez que mueves los brazos o practicar cualquier tipo de actividad aeróbica durante cinco minutos a una intensidad moderada/ baja.
  • Mantén cada estiramiento un mínimo de 30 segundos (para estirar tus músculos de forma segura) y hasta 60 segundos para zonas muy tensas o problemáticas. Puede parecer un tiempo demasiado prolongado así que lo mejor es controlarlo. Repite cada estiramiento con el músculo contrario.
  • Evita los rebotes. Pueden causar pequeñas fisuras en el músculo que lo dejan tenso y dolorido.
  • No es extraño sentir tensión en los músculos al estirar, pero el estiramiento no debe doler. Si te duele es que estás estirando demasiado. Vuelve al punto en el que notabas sólo tensión y mantén la postura.
  • Relájate y respira de forma pausada. La respiración juega un papel muy importante en los estiramientos.
  • Y, por último, recuerda que si tienes distensión muscular debes evitar cualquier forma de estiramiento. Lo mismo podríamos decir sobre las lesiones crónicas. Contacta con tu fisioterapeuta para que evalúe tu caso en particular.