¿Es recomendable llegar al fallo muscular?

El fallo muscular es un concepto muy arraigado en el mundo del fitness ya que se considera una de las técnicas más efectivas dentro del entrenamiento anaeróbico para potenciar el desarrollo muscular.


Eso sí, tiene tantos seguidores como detractores. En nuestro artículo de hoy te contaremos los pros y los contras de llegar al fallo muscular y te daremos nuestra humilde opinión basada en los comentarios de algunos entrenadores experimentados.

¿Qué es el fallo muscular?

Es la incapacidad momentánea del músculo que se está entrenando para vencer la resistencia que opone la carga durante la fase positiva de la repetición. Sería ese momento en el que no podemos realizar ni una repetición más.

En teoría, llegar al fallo muscular nos garantiza que estamos entrenando con la intensidad adecuada y le proporcionamos a nuestros músculos el estímulo necesario para que crezcan.

Eso sí, es muy difícil llegar al fallo muscular de manera accidental. Cuando esto ocurre hablaríamos en realidad de un fallo técnico pues para alcanzar el fallo muscular es necesario implicarse al máximo en cada repetición.

Pros y contras de llegar al fallo muscular.

Llegar al fallo es una técnica que muchos utilizan para forzar los músculos al máximo. Genera un estrés muscular que puede ser un camino rápido para llegar a la hipertrofia, pero si nos excedemos también podría ser contraproducente ya que incrementa el riesgo de sufrir lesiones y de no realizar correctamente el movimiento en las series sucesivas.

En este vídeo del canal PowerExplosive nos explican algunas de las razones de por qué el fallo muscular no debe buscarse de manera continuada.

¿Qué sucede en nuestro cuerpo al llegar al fallo muscular?

A nivel físico, llegar al fallo muscular aumenta la secreción de la hormona de crecimiento lo que potencia el desarrollo de la masa muscular. Pero por contrapartida, también liberamos cortisol en reposo, una hormona relacionada con el catabolismo o destrucción de fibras musculares.

En definitiva, es una práctica que se puede realizar de vez en cuando, pero con cautela y sin excedernos. Lo mejor es combinar el entrenamiento tradicional con algunas series llegando al fallo (lo más recomendable es hacerlo en la última serie). De esta forma, ejecutarás el ejercicio correctamente durante todas las series y en la última agotarás tus músculos al máximo. En cambio, si comienzas desde el principio entrenando al fallo te quedarás pronto sin energía y no serás capaz de hacer bien el resto de las series.

Por último, si vas a entrenar al fallo y usas cargas altas en ejercicios de peso libre (por ejemplo press de banca) es aconsejable contar con la ayuda de un compañero que te sirva de apoyo para evitar accidentes.

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