La neuralgia intercostal es una dolencia común entre personas de todas las edades. En la zona de las costillas se encuentran diferentes músculos que intervienen en la función de la respiración (intercostales, paravertebrales, faja abdominal y diafragma). Los músculos intercostales recorren la caja torácica y ayudan a sostener la pared del tórax. A veces, un esfuerzo inesperado hace que tiremos más de la cuenta de uno de estos músculos, experimentando entonces una especie de calambre en la región costal que puede ocasionar dolor a la hora de respirar o expandir el pecho y dificultades para girar o doblar el cuerpo.



A menudo el dolor es esporádico o intermitente, pero en otras ocasiones puede llegar a ser incapacitante y molestarnos incluso al toser, reír o mover los brazos. Si el dolor irradia de la espalda hacia el pecho, al esternón, los brazos, los hombros o las manos, puede significar que el nervio intercostal esta siendo comprimido. Esto puede estar causado, como mencionamos, por un esfuerzo repentino que provoca presión sobre el nervio o por otras circunstancias más complicadas como problemas respiratorios/ cardíacos, secuelas de intervenciones quirúrgicas, infecciones o lesiones traumáticas de la cavidad torácica o de la columna vertebral. Las mujeres somos un grupo de riesgo en esta patología, ya que somos cuatro veces más propensas a sufrir dolores crónicos de este tipo, sobre todo en edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, aunque también se han reportado casos en niños y ancianos.

Por lo tanto, el primer paso es acudir a un especialista que determine el factor desencadenante de la neuralgia intercostal y el tratamiento a seguir. De este modo, descartaremos causas graves como lesiones o patologías cardiorrespiratorias. Cuando el origen del dolor es la compresión del nervio, los masajes terapéuticos y la fisioterapia (estiramientos) pueden ser de gran ayuda tanto para descomprimir el nervio como para tratar los síntomas asociados.

Además, el fisioterapeuta puede emplear otras técnicas como: terapia manual osteopática, neuromodulación percutánea ecoguiada o terapia láser de alta potencia, con el objetivo de devolver el rango de movilidad óptimo al paciente para que pueda volver cuanto antes a su vida normal.

Estiramientos para la neuralgia intercostal

En este video del canal de Fisiolution en Youtube, nos explican muy bien cómo hacer un automasaje terapéutico para relajar la musculatura intercostal y algunos estiramientos que podemos practicar también siempre que el dolor no lo impida.

  1. Levantar los brazos sobre la cabeza y hacia un lado para abrir la cavidad torácica y estirar los músculos intercostales. Por ejemplo, podemos levantar los brazos por encima de la cabeza y entrelazar las manos. Luego, nos inclinamos lentamente hacia la derecha manteniendo la posición un minuto. Regresamos a la posición inicial y repetimos el ejercicio inclinándonos hacia la izquierda.
  2. Luego, colócate erguida con los hombros hacia atrás y la pelvis ligeramente plegada. Abre la caja torácica y estira los músculos intercostales colocando tus brazos hacia los costados. Extiende las manos hacia afuera y presiónalas suavemente detrás de ti tratando de tocar los omóplatos. Presiona las manos hacia atrás 10-20 veces.

Otras recomendaciones:

  • Además de los estiramientos, podemos aplicar un vendaje funcional o kinesiotaping para reducir la sensación de tirantez en el músculo.
  • La gimnasia abdominal hipopresiva ayuda a prevenir la neuralgia intercostal cuando esta tiene una causa funcional. También es importante cuidar la higiene postural y evitar en la medida de lo posible pasar demasiadas horas sentadas.
  • Si sientes un dolor punzante, posterga los estiramientos hasta que haya bajado un poco la inflamación. Tu médico puede recetar antiinflamatorios y relajantes musculares si lo considera oportuno.
  • Aunque el estrés por sí sólo no causa neuralgia intercostal, puede agravar los síntomas ya existentes así que trata de relajarte lo máximo posible.