La flor de loto (Nelumbo nucifera) es una planta acuática rizomatosa que pertenece a la familia de las Nelumbonaceae. Ha sido cultivada y apreciada por diferentes culturas asiáticas, especialmente en países como India, China, Japón y Egipto.
También se conoce con el nombre de “rosa del Nilo” ya que en tiempos remotos crecía a la orilla de este río e inspiró a los antiguos egipcios para crear los capiteles de sus templos, como el templo funerario de Ramesseum del siglo XIII a.C. en la necrópolis de Tebas.
En el budismo y el hinduismo está considerada una flor sagrada, que representa la pureza y la iluminación. De su tallo se obtiene un tejido con el que se confeccionan las túnicas de los monjes budistas.
Los principales dioses y diosas hindúes nacieron en padmas o lotos en sánscrito.
Además, la flor de loto se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional china como remedio natural contra la fiebre y para aliviar los síntomas del resfriado.
Extracto de flor de loto como ingrediente cosmético.
Aparte de estos usos medicinales y significado místico, la flor de loto tiene una serie de propiedades cosméticas que la convierten en un ingrediente valioso para el cuidado de la piel.
Entre sus principios bioactivos encontramos: alcaloides, flavonoides (kaempferol, quercetina, leucocianidina, leucodelfinidina, catequina, isoquercitrina y astragalina), glucósidos, triterpenoide, vitaminas y minerales.
Algunas marcas de alta cosmética ya han decidido incorporar el extracto de flor de loto como ingrediente exótico en sus fórmulas. Lo encontramos en todo tipo de productos como cremas faciales, mascarillas, jabones, líneas de tratamiento corporal e incluso lociones para el cuidado de la piel del bebé.
Propiedades cosméticas del extracto de flor de loto.
Aunque las investigaciones sobre los beneficios de la flor de loto para la piel aún son escasas, por el momento se reconocen las siguientes propiedades.
- Hidratantes: ayuda a mantener la piel suave y elástica.
- Antioxidantes: gracias a su alto contenido en flavonoides protege las membranas celulares frente a los radicales libres.
- Calmantes: tiene propiedades antiinflamatorias y alivia la irritación de la piel sensible.
- Antiedad: algunos estudios sugieren que el extracto de la flor de loto estimula la regeneración celular y previene la formación de arrugas.
- Astringentes: actúa sobre los receptores de leptina en las glándulas sebáceas, ayudando a controlar la producción de sebo.
- Relajantes: su aceite esencial se utiliza en aromaterapia para combatir la ansiedad.
- Circulatorias: mejora la irrigación a nivel capilar, haciendo que la piel luzca más descansada y saludable.
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