Según la Agencia Española del Medicamento el uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) aumentó un 12 % en la última década. A menudo el consumo prolongado de estos fármacos se relaciona con un riesgo mayor de úlcera gástrica, aumento de la presión arterial e insuficiencia renal. Por eso no es extraño que muchos pacientes busquen alternativas naturales y con menos efectos secundarios para aliviar el dolor. ¿Has oído hablar alguna vez del harpagofito? Esta planta medicinal africana es un poderoso antiinflamatorio natural para el dolor reumático, artritis, tendinitis, etc.

En este artículo te informaremos sobre sus propiedades terapéuticas y cómo puede mejorar tu calidad de vida si sufres algún tipo de dolencia.

¿Qué es el harpagofito?

El harpagofito (Harpagophytum procumbens) es una planta de la familia de las pedaliáceas originaria del continente africano, concretamente, de las regiones desérticas de Kalahari (actual Gambia), de la sabana de Namibia y la isla de Madagascar.

Crece en el sustrato arenoso, en lugares donde las temperaturas son extremas con índices de pluviosidad inferiores a 200 mm. al año. Muy pocas plantas y animales son capaces de vivir bajo estas condiciones. Sin embargo, el harpagofito es una planta xerófita que puede resistir la sequía ya que almacena agua y nutrientes en sus rizomas que se hunden hasta un metro de profundidad bajo la tierra.

Sus hojas son opuestas y pecioladas, de un color verde-grisáceo y las flores campaniformes de color rojo-violáceo. Sin embargo, lo más característico del harpagofito son sus frutos duros y leñosos de 10-20 cm. de diámetro, recubiertos de una cápsula provista de espinas en forma de gancho. Su nombre latino “harpagos” significa “garra”, haciendo referencia a la apariencia tan peculiar que tiene la cápsula donde se esconden sus frutos. También se conoce popularmente como “garra del diablo” porque cuando los caballos los pisan con sus patas sienten un dolor intenso, hasta el punto de parecer endemoniados.

Propiedades terapéuticas del harpagofito.

Las tribus sudafricanas Khoisan utilizaron durante siglos el harpagofito como tratamiento del dolor osteoarticular.

Las primeras descripciones occidentales de la planta datan del siglo XIX, cuando un alemán llamado Menhert, granjero de la zona del Transvaal, documentó sus usos medicinales. Fueron precisamente los colonizadores alemanes quienes la introdujeron en el continente europeo en el año 1953, pero no se empezó a utilizar con fines medicinales hasta la década hasta de los 70’.

La raíz de la planta concentra la mayor cantidad de nutrientes y principios activos, entre ellos:

  • Glucósidos monoterpénicos (harpagósido, harpagida, procumbida): le otorgan sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
  • Flavonoides (luteolina y kaempferol) y fitoesteroles (sitosterina, estigmasterina) que tienen una acción antioxidante.
  • Fenoles: le aportan propiedades diuréticas.
  • Minerales: hierro, calcio, magnesio fósforo, cobre y potasio.
  • Vitaminas: betacarotenos, vitamina C y vitaminas del grupo B.

Usos medicinales.

El harpagofito tiene propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes, diuréticas, digestivas y analgésicas.

La ESCOP (European Scientific Cooperative o Phytotherapy) publicó una monografía en 1996 sobre esta planta medicinal incluyendo las siguientes indicaciones: artrosis tendinitis, pérdidas de apetito y dispepsias.

Para los dolores osteoarticulares

Varios estudios científicos avalan su eficacia en el tratamiento del dolor y de la inflamación con efectos equiparables a los AINES. De hecho, se considera una de las mejores plantas de herbolario para aliviar el dolor reumático y articular. Incluso es útil en casos de enfermedades articulares degenerativas, poliartritis crónica primaria y reumatismo.

Los glucósidos iridoides son los principales responsables de su actividad farmacológica ya que inhiben la síntesis de prostaglandinas que son las hormonas causantes del dolor.

Un estudio realizado en el año 2.000 por Chantre et al. en el que participaron 122 pacientes con osteoartritis de rodilla y cadera, demostró que la administración de harpagofito durante cuatro meses mejoraba la sintomatología en comparación con otros fármacos como la diacereína, disminuyendo la dependencia de los AINES y otro tipo de analgésicos.

Otra investigación publicada en The Cochrane database of systematic reviews asegura que es un remedio eficaz para reducir el dolor lumbar.

Además, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) acepta su uso para el alivio del dolor articular.

Estimulante del apetito

El harpagofito estimula el apetito en personas inapetentes o convalecientes. Esto se debe a que su sabor amargo favorece la secreción hormona grelina relacionada con el apetito.

Favorece la cicatrización.

Se utiliza como tratamiento tópico de la piel ulcerada o con forúnculos.

Reduce el nivel de ácido úrico.

Es un coadyuvante natural en el tratamiento de la gota. Si sufres esta dolencia puedes tomar una infusión de harpagofito, corteza de fresno y bayas de enebro.

Reduce el colesterol.

Se le atribuye un efecto hipolemiante, es decir, se piensa que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo LDL en sangre.

Elimina toxinas del organismo.

Ayuda a combatir la retención de líquidos y mejora también la función hepática, ayudando a prevenir la formación de piedras en la vesícula.

Combate el estreñimiento.

Mejora todo tipo de problemas gastrointestinales, ya que estimula la secreción de bilis y jugos gástricos.

Ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.

Tiene propiedades hipoglucemiantes y es beneficioso para los pacientes diabéticos.

Colabora en el tratamiento de la hipertensión.

Gracias a sus propiedades diuréticas el harpagofito ayuda a disminuir la presión arterial elevada, aunque no debe sustituir la medicación recetada por el especialista.

Baja la fiebre.

Tradicionalmente se consideró un antipirético natural y se utilizaba para disminuir la temperatura en caso de fiebre, aunque hoy en día tenemos fármacos más eficaces para tratar estos síntomas.

¿Cómo se toma?

El harpagofito se puede tomar en infusión, en cápsulas de extracto seco o en tintura.

La dosis recomendada dependerá de la dolencia a tratar. Blumenthal et al. (2.000) aconseja tomar 4,5 gramos/ día para el tratamiento de dolores articulares. En casos de inapetencia será suficiente con 1,5 gramos/ día.

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La forma más sencilla de tomar harpagofito es en cápsulas ya que de esta manera, nos aseguramos de tomar la dosis exacta.

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Si prefieres las infusiones, te recomendamos no exceder las dos tazas al día. Ten en cuenta que la infusión es bastante amarga y se recomienda mezclarla con otra planta como la menta o el regaliz para suavizar su sabor.

Contraindicaciones y efectos secundarios.

En las dosis recomendadas el harpagofito no tiene efectos adversos para la salud y, a diferencia de otros AINE, no irrita el tracto gastrointestinal.

Con todo, y a pesar de que se trata de una planta medicinal, es recomendable tener ciertas precauciones en su uso:

  • No se recomienda durante el embarazo o lactancia.
  • Tampoco en niños menores de seis años.
  • Está desaconsejada en pacientes con úlcera gástrica o duodenal, colon irritable u obstrucción de las vías biliares.
  • También está contraindicada en pacientes con problemas circulatorios y que toman fármacos anticoagulantes como la warfarina.