Los rellenos dérmicos son tratamientos no invasivos que se utilizan en medicina estética para corregir asimetrías, eliminar arrugas o aportar volumen a aquellas partes del rostro afectadas por la flacidez cutánea.

Conocidos como los nuevos “lifting sin cirugía”, una vez infiltradas estas sustancias estimulan el metabolismo celular, reactivando los mecanismos que tiene la piel para recuperarse a sí misma.

En este artículo te hablaremos de los inductores de colágeno y del plasma rico en plaquetas,  dos soluciones seguras para rejuvenecer la piel sin pasar por el bisturí. En ambos casos se trata de procedimientos ambulatorios y con múltiples aplicaciones estéticas.

Inductores de colágeno

Son sustancias que al ser infiltradas bajo la piel estimulan la actividad de los fibroplastos, las células productoras de colágeno.

El colágeno es una de las proteínas más abundantes del cuerpo humano. Existen diferentes tipos de colágeno que forman parte de los tejidos blandos y de los huesos. Las fibras colágenas proporcionan densidad y firmeza a la piel, pero con la edad (sobre todo a partir de los 30 años) producimos menos colágeno y de peor calidad. Gracias a este tratamiento estético podemos recuperar el colágeno dañado y conseguir un cutis más luminoso y firme.

Las sustancias inductoras de colágeno.

Los inductores de colágeno que se pueden utilizar en este tratamiento son tres:

  • Hidroxiapatita cálcica (marcas como Radiesse y Crystalis): soluciones formuladas a base de micropartículas sintéticas de hidroxiapatita cálcica (CaHA). No contiene sustancias de origen animal ni humano y es posible infiltrarlo con una aguja muy fina sin dejar apenas marcas.
  • Ácido poliláctico (marcas como Sculptra y Lanluma): es un poderoso inductor del colágeno, todavía más eficaz que el tratamiento anterior. Está indicado para corregir la flacidez facial cuando existe una importante pérdida de tono, por ejemplo, después de un adelgazamiento repentino-
  • Policraptona (Ellansé): una de las mejores opciones para estimular la producción de colágeno. Permite corregir tanto las arrugas superficiales como las más profundas y, a diferencia de otros productos, tiene un amplio margen de duración.

¿Cómo se aplican los inductores de colágeno?

Los inductores de colágeno se utilizan frecuentemente corregir la flacidez facial en zonas deprimidas del rostro como el surco nasogeniano (líneas de marioneta), los pómulos, el contorno del mentón y la línea submandibular.

En una primera consulta el especialista examinará el rostro del paciente para determinar cuáles son los problemas a tratar y cuál es el inductor de colágeno más adecuado según la edad y el tipo de piel.

El procedimiento consiste en infiltrar la sustancia inductora a nivel subdérmico en las áreas previamente marcadas. Cada sesión dura 20 – 30 minutos. El efecto suele ser inmediato, aunque los resultados finales se observan al pasar tres o cuatro semanas.

Al tratarse de una intervención ambulatoria, la recuperación es inmediata y el paciente puede irse a casa al finalizar el tratamiento. Es posible notar algo de inflamación y enrojecimiento de la piel al abandonar la consulta. No se necesitan cuidados especiales, únicamente evitar el sol, los baños calientes y el ejercicio extenuante.

Bioestimulación con factores de crecimiento plaquetario.

La sangre está constituida principalmente por una sustancia llamada plasma y otros componentes como son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Estas últimas son conocidas por su importancia para la coagulación de la sangre. Además, las plaquetas poseen unas proteínas llamadas factores de crecimiento plaquetario que son mediadores biológicos encargados de activar las células madre responsables de los procesos de regeneración celular.

¿Qué es el plasma rico en plaquetas?

El PRP o plasma rico en plaquetas es un plasma con alta concentración plaquetaria (entre 5 y 10 veces mayor de lo normal). Para realizar este tratamiento primero se extrae la sangre del paciente, luego las plaquetas se separan de las otras células sanguíneas mediante un proceso de centrifugado. Finalmente, se combinan con la sangre restante aumentando su concentración.

En principio el PRP era una técnica que se utilizaba en el tratamiento de la artrosis y para minimizar el rechazo a los implantes dentales. Luego, llegó al campo de la medicina estética donde demostró ser eficaz como método no invasivo para la regeneración y rejuvenecimiento de la piel.

¿Quiénes pueden beneficiarse de este tratamiento?

La bioestimulación con factores de crecimiento plaquetario es un tratamiento ideal para mujeres y hombres a partir de los 35 años, edad a la que comienzan a hacer acto de presencia las primeras arrugas.

Sus aplicaciones

Por lo general, el plasma rico en plaquetas se utiliza para atenuar las arrugas del entrecejo, las peribucales (alrededor de la boca), el cuello, las manos y el escote.

Otras aplicaciones menos conocidas son:

  • Mejora la apariencia de las estrías: las estrías son cicatrices internas de la piel que carecen de vascularización. El PRP contribuye a la regeneración del colágeno en la piel dañada logrando que las estrías tomen una apariencia más suave y difusa.
  • Tratamiento de choque contra la alopecia y la calvicie: los factores de crecimiento plaquetario contribuyen a la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos. Al haber una mejor irrigación en el cuero cabelludo, esto favorece la llegada de nutrientes y la actividad del folículo piloso.
  • Para reducir las ojeras: el PRP mejora la microcirculación sanguínea en los párpados y el drenaje de toxinas. Es uno de los tratamientos más efectivos para deshacerse de las ojeras.

¿Cómo se aplica el plasma rico en plaquetas?

El PRP es un tratamiento que se realiza de manera ambulatoria. Las sesiones duran apenas 30 minutos y el procedimiento es muy similar a la mesoterapia (puede generar unas molestias mínimas debido al uso de agujas).

¿Cómo se realiza?

  1. Primero se extrae la sangre del propio paciente.
  2. Luego la sangre obtenida se coloca en una centrifugadora que gira rápidamente haciendo que sus componentes se separen.
  3. Se fracciona el plasma obtenido.
  4. El especialista procede a infiltrarlo en las áreas con imperfecciones a corregir.

Dado que la sangre infiltrada se obtiene del propio paciente (sangre autóloga) no existe riesgo de rechazo. Es un tratamiento muy seguro, pero debe hacerse en un centro de estética homologado, con las condiciones sanitarias óptimas y siguiendo los protocolos médicos establecidos para la manipulación e higiene del instrumental sanitario.

Resultados:

  • La piel queda más hidratada y luminosa.
  • Disminuye la flacidez facial.
  • Minimiza las líneas de expresión.
  • Revierte el fotoenvejecimiento cutáneo: manchas solares, melasma, pigmentación irregular.

Los resultados comienzan a notarse 25 días después de iniciar el tratamiento.

¿Cuántas sesiones son necesarias?

La cantidad de sesiones dependerá del estado inicial de la piel del paciente. En general se requieren 3 sesiones con intervalos de un mes para lograr resultados óptimos. Para el mantenimiento, se recomienda una sesión cada 6 meses.

¿En qué casos se debe evitar el tratamiento?

El PRP es un tratamiento muy seguro si se realiza bajo supervisión médica, pero debería evitarse en ciertos casos:

  • Mujeres embarazadas
  • Pacientes con anemia o problemas de coagulación
  • Personas que sufren acné severo

¿Qué tratamiento es mejor?

Tanto los inductores de colágeno como el plasma rico en plaquetas son excelentes opciones para revitalizar las pieles castigadas y combatir el envejecimiento cutáneo. Los resultados son muy naturales, aunque nuestras expectativas deben ser realistas tomando en cuenta la edad y la gravedad del problema a corregir.

Por lo general, los inductores de colágeno son la opción de preferencia en casos de flacidez facial mientras que el PRP se presenta como una buena opción para atenuar las arrugas y devolverle la luminosidad a un cutis apagado (por ejemplo en el caso de personas fumadoras).

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