No hay nada más reconfortante que sentir tu piel suave e hidratada después de la ducha. Este jabón casero con manteca de cacao y aceites es ideal para cualquier tipo de piel ya que protege el manto hidrolipídico dejando una sensación de suavidad en todo tu cuerpo.
Necesitas:
- 230 gramos de manteca de cacao
- 275 gramos de aceite de oliva
- 220 gramos de aceite de coco
- 75 gramos de aceite de jojoba
- 90 gramos de aceite de ricino
- 115 gramos de sosa caústica
- 300 gramos de agua
- 10 gramos de cada uno de estos aceites esenciales: romero, hinojo, hierbabuena, lavanda y mirra
- Colorante para hacer jabones
Preparación:
- En una báscula de precisión pesa cada uno de los ingredientes que te indicamos en la receta.
- Colócate guantes y el resto de las medidas de protección.
- Bajo la campana extractora, vierte la sosa en el agua, remueve un poco y deja enfriar hasta que alcance los 30Cº
- En otro recipiente al baño María, derrite la manteca de cacao con el aceite de coco. Retira del fuego e incorpora los demás aceites vegetales (oliva, jojoba y ricino).
- Cuando ambas mezclas hayan alcanzado la misma temperatura, vierte la fase acuosa en la fase oleosa y bate con cuidado con la batidora eléctrica a baja potencia.
- Añade el colorante para hacer jabones de tu color favorito y continúa mezclando. Recuerda que el jabón se oscurece un poco al ir enfriándose.
- Por último, añade los aceites esenciales a la traza del jabón y remueve un poco para que se integren.
- Vierte el contenido en un molde de silicona previamente untado con un poco de aceite. Tapa y deja que repose 48 horas antes de desmoldar. Si el jabón está consistente, podrás cortar las pastillas pasado ese tiempo.
- Envuelve las pastillas y guárdalas en una despensa 40 días para que el jabón termine de curarse y poder utilizarlo.