Seguro que has visto en alguna ocasión un dispositivo de electroestimulación muscular, ya sea en la consulta del fisioterapeuta o en algún anuncio de televisión. Este aparato genera pequeños impulsos eléctricos que hacen que se contraigan los músculos de forma análoga a las contracciones voluntarias que tienen lugar cuando realizamos ejercicio. Debido a esto, las terapias de electroestimulación se han utilizado tradicionalmente por profesionales de la salud para recuperación de lesiones o mantenimiento de la masa muscular en situaciones en las que no es posible el entrenamiento.


Con todo, es un error muy común pensar que la electroestimulación puede sustituir por completo el trabajo de musculación con pesas. Esta idea se extendió propiciada en parte por la publicidad y el marketing de los ’90. Pero no todo es tan simple y, como te comentamos hace poco en nuestro artículo «Ventajas y desventajas de la electroestimulación muscular», debemos entenderla como un complemento de la actividad física, pero no como una forma de sustituirla por completo ya que es necesario trabajar el cuerpo de forma funcional.

Los impulsos eléctricos generados por los aparatos de electroestimulación, mueven las fibras musculares pero dejan a un lado el trabajo de los tendones y articulaciones. De nada nos sirve tener unos músculos voluminosos si no son funcionales. Lo primero que hay que hacer para beneficiarse de la electroestimulación es tener una base muscular bien trabajada, llegado ese momento podemos emplearla para complementar nuestras rutinas de ejercicio.

Eso sí, ten en cuenta que una sesión de electroestimulación no nos ayuda a combatir el estrés como ocurre cuando practicamos ejercicio físico. Esto se explica porque el impulso eléctrico pasa directamente al músculo y en consecuencia el cerebro no libera endorfinas. Tampoco tiene ningún efecto beneficioso sobre el sistema cardiovascular que es una de las principales ventajas de practicar deporte.

¡Ya lo sabéis! No os dejéis engañar ni toméis atajos fáciles, las terapias de electroestimulación muscular solamente son un complemento para el entrenamiento de los deportistas, pero no obran milagros.