En medio de un panorama un tanto incierto por la intranquilidad que producen los rebrotes de coronavirus en nuestro país, también somos testigos de noticias esperanzadoras. Y es que la OMS asegura que la vacuna contra el coronavirus que se está desarrollando en la Universidad de Oxford está bastante avanzada y podría estar disponible a mediados del 2021. Además, la revista médica The Lancet asegura que las primeras pruebas realizadas con más de mil voluntarios apuntan a que esta vacuna es segura y capaz de generar una respuesta inmunitaria (anticuerpos neutralizantes capaces de bloquear el virus).


Hay muchas razones para ser optimistas, pero debemos tener en cuenta que aunque los hallazgos son muy prometedores, todavía no son definitivos. Los autores del estudio explicaron que estos resultados «se centran en la respuesta inmune medida en el laboratorio, y se necesitan más pruebas para confirmar si la vacuna protege eficazmente contra la infección», y además indicaron que «se deben realizar más estudios clínicos, incluso en adultos mayores, con esta vacuna».

Los científicos iniciarán ahora un ensayo clínico con decenas de miles de voluntarios en Reino Unido, pero sobre todo Brasil y Sudáfrica (dos países con un gran número de casos). Si se demostrase su efectividad, comenzarían a producir con la farmacéutica AstraZeneca dos mil millones de dosis hacia finales de año.

«Aún queda mucho trabajo por hacer antes de que podamos confirmar que nuestra vacuna va a ayudar a controlar la pandemia de la Covid-19, pero nuestros primeros resultados son ciertamente esperanzadores»- afirma la investigadora Sarah Gilbert, de la Universidad de Oxford.

Esta vacuna contra el coronavirus y desarrollada en Oxford se llama ChAd0x1 nCovid-19 y utiliza un adenovirus de chimpancé (ChAdOx1) recombinante sin capacidad de replicación, que expresa la proteína S («Spike») del SARS-CoV-2. Cuando el adenovirus penetra en las células humanas, libera ese material genético y provoca que las células comiencen a producir la proteína viral, lo que genera una respuesta del sistema inmunitario.

Una vacuna contra el coronavirus debería ser efectiva con una o dos dosis.

Los investigadores de Oxford descubrieron que la ChAd0x1 provocaba una respuesta de células T 14 días después de recibir la primera dosis y que las respuestas inmunitarias se mantenían hasta el día 56 del ensayo.

Idealmente una vacuna contra el coronavirus debería ser efectiva con una o dos dosis, apta para todos los grupos de población (sobre todo en personas mayores de 65 años que son el principal grupo de riesgo) y ofrecer una protección por un período de tiempo prolongado. La vacuna de Oxford no ha evaluado todos estos factores y de momento sólo sabemos que es segura para la salud y no provoca efectos secundarios importantes más allá de algo de fatiga y dolor de cabeza. Por otra parte se ha hayado una respuesta inmunitaria en sangre, pero los participantes no se han expuesto después al virus. Esto quiere decir que únicamente sobre el terreno y en condiciones reales se puede comprobar si es o no efectiva en un grupo de población.

La vacuna china también va por buen camino

The Lancet se hace eco también de los primeros resultados de un ensayo clínico realizado en China por el Instituto de Biotecnología y el Centro Provincial para el Control y Prevención de Enfermedades de Jiangsu y en el que participa también la compañía CanSino Biologics. Esta vacuna contra el coronavirus (que está en fase II) también emplea un adenovirus pero en este caso de procedencia humana.

En este caso el estudio se ha llevado a cabo con 508 participantes divididos en tres grupos: dos recibieron una dosis baja y otra elevada, mientras que al tercero se le administró un placebo. El 95% de los participantes en el grupo que recibió la dosis alta y el 91% del grupo de dosis baja mostraron respuestas inmunes de células T o de anticuerpos al día 28 después de la vacunación. Los participantes en el grupo del placebo no mostraron un aumento de anticuerpos.

En cuanto a la seguridad y a los efectos secundarios, los resultados obtenidos fueron muy similares a los de Oxford (el 74% de las personas que recibieron la dosis baja de vacuna presentaron reacciones leves o moderadas como fiebre o fatiga).

Actualmente hay 12 vacunas experimentales que se están desarrollando en diferentes países de Europa, en China y en Estados Unidos.