Las varices son venas dilatadas que pueden aparecer en las piernas como consecuencia de un mal funcionamiento de la circulación de retorno. Es un problema que afecta al 30% de la población española y, si bien existe una mayor predisposición en la mujer como consecuencia de los embarazos, los hombres tampoco se libran de ellas.

Aunque las varices suelen ser un problema estético (sobre todo en el caso de las telangiectasias o arañas vasculares), en los casos más graves pueden aparecer molestias como pesadez, picazón, calambres, etc.

El riesgo es mayor si hablamos de varices tronculares que ocurren cuando fallan las válvulas venosas principales. Los cirujanos vasculares recomiendan operarlas por salud ya que suponen un mayor riesgo de padecer una flebitis, trombosis y otras complicaciones.

Láser endovenoso para el tratamiento de las varices graves.

Hace algunos años la safenectomía era el procedimiento quirúrgico utilizado para eliminar varices problemáticas. Esta cirugía consiste en extirpar la vena safena afectada realizando varias incisiones. Se trata de una técnica invasiva que tiene un tiempo de recuperación prolongado en comparación con otros tratamientos actuales como el láser endovenoso.

Según comenta el Instituto Médico Láser (IML) en la actualidad las operaciones de varices con láser son la opción de preferencia entre los cirujanos vasculares para tratar las varices tronculares ya que se trata de una intervención ambulatoria que no requiere de ingreso hospitalario y permite al paciente reincorporarse de inmediato a sus actividades cotidianas.

¿En qué consiste la cirugía endovascular con láser?

El láser endovenoso elimina la vena safena mediante la aplicación de calor a través de una fibra óptica. Este calor provoca la cauterización (sellado) de la vena varicosa que se encoje y es reabsorbida gradualmente. Luego, la sangre comienza a fluir por otras venas sanas de la pierna.

El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la apariencia estética de las piernas.

La cirugía paso a paso:

  1. Primero el cirujano vascular utiliza la ecografía Doppler (que utiliza ondas de ultrasonido) para detectar el flujo y diámetro de los vasos sanguíneos y localizar de manera muy precisa las venas afectadas.
  2. A continuación, aplica anestesia local y realiza una pequeña incisión, generalmente a la altura de la rodilla, por la que introduce un pequeño catéter que servirá de conducto para la fibra láser.
  3. Activa el láser con la potencia adecuada para cauterizar la vena defectuosa.

¿Cómo es el postoperatorio de la cirugía endovascular con láser?

La cirugía endovascular con láser es un procedimiento mínimamente invasivo y la recuperación suele ser rápida. Aún así, los primeros días pueden presentarse hematomas y dolor leve que se controla sin problemas con los analgésicos recetados por el cirujano.

El paciente puede caminar inmediatamente después de la intervención, pero se recomienda evitar el ejercicio físico intenso, las saunas y la piscina.

Para reducir la inflamación durante las dos primeras semanas se suele prescribir el uso de medias compresivas.

Sigue todas las indicaciones postoperatorias proporcionadas por tu cirujano para asegurarte de una recuperación rápida y exitosa.