En nuestras rutinas de higiene facial no puede faltar un buen producto limpiador y, a pesar de que muchas personas prefieren recurrir a los jabones faciales, por lo general la leche desmaquillante tiene mayor capacidad humectante y se presenta como una opción favorable para pieles secas y castigadas.


Hoy te enseñaremos a preparar una leche limpiadora casera que cumple con todas estas funciones: limpia tu cutis, nutre y regenera la piel gracias a la combinación única de ingredientes naturales que utilizamos en su elaboración. ¡No te pierdas esta receta!

Necesitas:

Preparación:

  1. Pesa todos los ingredientes por separado.
  2. Coloca en un recipiente el emulsionante Sucragel y ve agregando muy poco a poco con un cuentagotas el aceite de albaricoque. Debes remover entre cada adición enérgicamente con una cuchara o batidor manual. Es un proceso muy laborioso que te llevará al menos media hora, pero si no tienes paciencia, el Sucragel se separará del aceite.
  3. Una vez que hayas mezclado bien el Sucragel con el aceite vegetal, deja que repose 10 minutos. Pasado ese tiempo, añade a la mezcla el Coco glucoside (co-tensioactivo) que es lo que le dará al producto sus propiedades limpiadoras. Remueve hasta conseguir una emulsión homogénea.
  4. En otro recipiente a parte, coloca el agua destilada, el agua de rosas y agrega la goma Xantana (espesante). Remueve con un batidor manual o eléctrico hasta que el espesante tome consistencia.
  5. Una vez que hayas terminado, añade el espesante obtenido a la mezcla con el Sucragel, el aceite de albaricoque y el Coco glucoside. Toma la batidora a media potencia y colócala en el fondo del recipiente. Poco a poco el producto irá adquiriendo una textura blanca y cremosa.
  6. Deja que repose cinco minutos y añade por último los principios activos, en este caso la coenzima Q-10 y los aceites esenciales. Mezcla bien entre cada adición. Por último, incorpora unas gotas de conservante.

A tener en cuenta:

  • El pH de esta leche limpiadora casera debería estar entre 6.5 y 7. Puedes comprobarlo utilizando unas tiras reactivas. Si está alto, añade 3 ó 4 gotitas de ácido láctico y vuelve a medir.
  • Almacenado en óptimas condiciones, el producto puede utilizarse durante tres meses aproximadamente