La lipoescultura es un procedimiento médico-quirúrgico que consiste en modelar el contorno corporal mediante la extracción de grasa localizada. Algunas personas utilizan indistintamente los términos de lipoescultura y liposucción para referirse al mismo tipo de intervención, pero a pesar de que la técnica empleada sea la misma, la principal diferencia entre lipoescultura y liposucción radica en el uso que se le da a la grasa extraída y el concepto de remodelado corporal. En el caso de la liposucción, la grasa se desecha por completo mientras que en el caso de la lipoescultura, parte de esa grasa se puede purificar y reutilizar como relleno estético. Es lo que se conoce como lipofilling o injerto de las propias células grasas del paciente.


¿Cuál es el paciente ideal para someterse a una lipoescultura?

Existen en nuestro cuerpo dos tipos de grasa: la superficial que es la que quemamos al hacer ejercicio cuando se han agotado las reservas inmediatas de carbohidratos, y la grasa profunda que proporciona forma y volumen. No se trata de algo antiestético; el problema viene cuando acumulamos mayores porcentajes de grasa sólo en algunas zonas como barriga, cartucheras, papada… En estos casos, se pierden las proporciones armoniosas y la cirugía estética puede convertirse en una solución para recuperar la confianza en nosotras mismas.

Cuando la dieta y ejercicio no nos proporcionan los resultados esperados, podemos pensar en la lipoescultura como método.

Algo que debemos tener siempre presente es que  la lipoescultura no es una cirugía para perder peso, sino para la remodelación del contorno corporal. El paciente ideal es una persona que tenga un ligero sobrepeso de 3-5 kilos ya que no es posible extraer cantidades excesivas de grasa con esta técnica (un máximo de 5 litros). Esta es una de las confusiones habituales que tienen los pacientes al llegar a una clínica de cirugía estética. Lipoescultura y liposucción no son intervenciones para abordar la obesidad o retirar volúmenes importantes de grasa corporal.

Tampoco están recomendadas en los casos en los que además de grasa acumulada hay una evidente flacidez. Si bien en pacientes jóvenes la piel se retrae en casi todos los casos, en personas más mayores o que ya tienen la piel flácida puede ser necesaria una dermolipectomía para corregir el exceso de piel.

¿Cómo es el procedimiento quirúrgico?

La lipoescultura es un método complejo ya que el cirujano plástico debe realizar previamente un estudio personalizado de la silueta del paciente, de tal manera que tras la intervención el contorno corporal tome unas proporciones armoniosas.

En la lipoescultura se utilizan una cánulas de liposucción más delgadas, desde la superficie hacia el interior, de modo que se logre esculpir gradualmente el cuerpo como si se tratara del trabajo de un escultor.

Antes de la intervención, el cirujano realizará un marcaje de las zonas a remodelar (las más comunes son el abdomen, las nalgas, los muslos y la parte baja de la espalda). Una vez delimitadas las zonas de extracción, se realizan unos pequeños orificios en la piel de 3-4 mm. por donde se introduce el líquido anestésico (normalmente lidocaína y epinefrina) para adormecer el área a tratar y reducir el sangrado. A continuación, la grasa se deshace con una cánula y se aspira. En la mayoría de los casos, el sangrado es casi nulo y los hematomas son leves. Después de la aspiración de la grasa, esta se purifica y se vuelte a infiltrar en las zonas del cuerpo donde se necesita mayor volumen. El resultado es una silueta con proporciones más armoniosas.

Diferentes formas de extraer la grasa.

Desde los años ’80 han aparecido diferentes métodos de extracción de la grasa corporal. Los más utilizados son:

  • Vibroliposucción: utiliza un mecanismo de vibración para facilitar el desprendimiento de la grasa.
  • Lipoescultura Ultrasónica: se utilizan ultrasonidos y una cánula para licuar la grasa.
  • Liposucción láser: utiliza la tecnología láser para destruir la grasa.


Utilización de la propia grasa corporal como relleno estético.

Como os comentamos al comienzo de este artículo, la grasa obtenida mediante lipo-aspiración puede volver a infiltrarse en el cuerpo del paciente para dar volumen en otra zona deprimida. Este proceso se conoce como lipotransferencia o lipofilling y forma parte del procedimiento quirúrgico de la lipoescultura.

La grasa subcutánea tiene varias características que la convierten en un buen material de relleno estético:

  • Es abundante: existen otros rellenos biocompatibles como el ácido hialurónico pero siempre se infiltran en cantidades pequeñas, principalmente como relleno en tratamientos faciales. Si necesitamos un material de relleno abundante (por ejemplo para un aumento de glúteos o de senos) debemos recurrir casi siempre a la propia grasa corporal.
  • No provoca rechazos al ser obtenida del cuerpo del propio paciente.
  • Es rica en factores de crecimiento y la principal fuente de células madre del organismo. No se utiliza únicamente para remodelar la figura, las células grasas obtenidas por lipoaspiración sirven también para regenerar cicatrices, tejidos dañados por la radioterapia y en los últimos años se ha empleado en el tratamiento de dolores de origen neuropático, es decir, por lesiones nerviosas.

Para utilizar los adipocitos (células grasas) como material de relleno, es necesario extraerlos con unas cánulas especiales, tratar el aspirado mediante centrifugación y reimplantar lo obtenido con unas cánulas extremadamente finas.

Cuidados post-operatorios después de una lipoescultura.

La duración de la cirugía varía entre 60 y 90 minutos, dependiendo de la cantidad de grasa de aspiración. Después del tratamiento, el paciente deberá utilizar una faja elástica durante 15 días aproximadamente. Tras 48 horas se puede retomar la actividad normal (sin hacer grandes esfuerzos). Una semana después de la cirugía, se retiran los puntos. La zona todavía puede estar algo hinchada o edematosa y los resultados no serán visibles hasta pasadas 2-3 semanas.

Para controlar las molestias de la intervención, se pueden tomar analgésicos (antiinflamatorios). Los masajes drenantes o ultrasonidos (a criterio del cirujano) pueden ser buenos tratamientos complementarios para reducir la hinchazón del cuerpo.

Riesgos de la lipoescultura

La lipoescultura es un procedimiento estético de bajo riesgo. Aún así, pueden darse complicaciones y por eso es importante ponernos siempre en manos de especialistas capacitados (cirujanos plásticos). Algunas de las complicaciones que pueden ocurrir son: seroma, hematoma, irregularidades de la piel y asimetrías. Las tasas de trombosis o embolias en pacientes sanos son muy bajas.

¿Los resultados de la lipoescultura son permanentes?

La nueva distribución de la grasa corporal sí es permanente pero si tenemos oscilaciones de peso (adelgazamos o engordamos) podríamos volver a ganar o perder volumen en las zonas tratadas.

¿Cuánto cuesta una lipoescultura?

El precio dependerá de muchos factores: cantidad de zonas a tratar, volumen que es necesario extraer, técnica empleada o si se emplea anestesia local sin ingreso o anestesia general (requiere de un día de ingreso). Lo mejor es informarse en diferentes clínicas, asegurándonos siempre de la acreditación profesional de los cirujanos e intervencionistas y de su experiencia realizando este tipo de procedimientos quirúrgicos.