El liquen escleroatrófico vulvar (LEA) es una dermatosis inflamatoria crónica que afecta a la piel de los genitales. Aunque puede aparecer a cualquier edad, es más común antes de la pubertad y en la perimenopausia.
Una enfermedad infradiagnosticada
El liquen escleroatrófico vulvar es una patología infradiagnosticada (tarda una media de 5 a 15 años) ya que el síntoma principal que es el picor a menudo se confunde con los hongos, la candidiasis y otras infecciones bacterianas.
Es importante no retrasar la visita al ginecólogo y tratar de evitar la progresión de la enfermedad ya que en estadios avanzados podría producirse la atrofia y retracción de los tejidos, llegando a perder la anatomía de la vulva.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma principal del LEA es prurito o picor intenso que con frecuencia dificulta el descanso. Si se produce un empeoramiento, pueden aparecer otros síntomas como:
- Placas blanquecinas pruriginosas
- Hiperqueratosis (adelgazamiento de la epidermis)
- Fisuras que se abren y sangran.
- Dolor en las relaciones sexuales (dispareunia) y al orinar
- Fusión de los labios menores y estenosis del introito vulvar (entrada a la vagina)
- Una de las mayores complicaciones del LEA es la degeneración maligna que aparece entre el 3% y el 5% de los casos, sobre todo si se abandona el tratamiento.
Factores de riesgo
El liquen escleroatrófico vulvar se origina por una respuesta inmune hiperactiva, aunque sus causas exactas se desconocen. Según los expertos existe una relación entre su aparición y los niveles bajos de estrógenos (es más común en mujeres mayores de 40 años y niñas).
Otras veces puede haber un componente genético o enfermedades autoinmunes como la diabetes. Las situaciones de estrés, aunque no son causales, pueden exacerbar las manifestaciones clínicas.
Tratamiento del liquen escleroatrófico vulvar
El liquen escleroatrófico vulvar necesita un abordaje integral. El tratamiento de primera línea son las cremas con corticosteroides que se aplican a diario en el área afectada para aliviar la sensación de ardor y prevenir complicaciones. En caso de resistencias o intolerancia a este tipo de fármacos el ginecólogo puede recomendar el uso de inmunomoduladores tópicos.
Además, es importante cuidar la higiene íntima y lavar la zona genital una vez al día con un jabón neutro sin perfumes. También se debe evitar el uso de ropa ajustada y optar por telas suaves y transpirables que no irriten la piel.
El papel de la ginecoestética para mejorar la calidad de vida
El LEA puede afectar a la calidad de vida, ya que no sólo provoca molestias físicas sino también un daño psicológico. Los tratamientos de ginecoestética representan un nuevo abordaje de la enfermedad, centrándose tanto en la salud de la mujer como en su bienestar emocional.
En la Clínica Nelly Cartro se especializan en terapias regenerativas para el tratamiento del liquen escleroatrófico vulvar como pueden ser el láser CO2 que ayuda a reparar la mucosa dañada, el plasma rico en plaquetas (PRP) que apoya la regeneración tisular o incluso tratamientos como el lipofilling o las infiltraciones de ácido hialurónico que ayudan a recuperar la anatomía de los labios mayores.
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La Dra. Nelly Cartró, cirujana plástica y directora del centro cuenta con una amplia experiencia en ginecoestética y el apoyo de un equipo multidisciplinar formado por ginecólogas, terapeutas y sexólogas para garantizar que cada paciente reciba un trato personalizado y se sienta informada y acompañada en su decisión.
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