El afán de vernos cada vez más atractivas y de borrar cualquier signo de envejecimiento en nuestro rostro, arrugas prematuras y líneas de expresión, hace, en ocasiones, que recurramos a los últimos tratamientos que la medicina estética pone a nuestro alcance. Algunos de ellos, como el bótox son muy conocidos y continuamente vemos como personas que trabajan en el cine, la televisión y los medios de comunicación en general recurren a ellos. ¿Pero son cien por cien seguros?

riesgos del botox


¿Qué es el bótox?

El bótox o toxina botulínica es una proteína natural que se ha usado durante años en Oftanmología y Neurología para tratar patologías como el estrabismo o los espasmos musculares. Su uso con fines estéticos se ha aprobado en España desde el año 2004.

La toxina botulínica se infiltra en pequeñas cantidades en el músculo facial de forma totalmente ambulatoria e indolora. Actúa bloqueando los impulsos nerviosos y evitando de este modo que se marquen las líneas de expresión en las zonas más conflictivas del rostro como el entrecejo, el cuello o las patas de gallo.

Gracias al bótox, mujeres y hombres que comienzan a notar las primeras manifestaciones de envejecimiento cutáneo, han podido relentizar este proceso evitando así cirugías invasivas como el lifting. Esto explica que los tratamientos con bótox hayan aumentado en España un 50% desde la fecha de su legalización y que hoy por hoy sea una de las terapias más solicitadas dentro de la medicina estética (de hecho, nuestro país ocupa el tercer puesto del ranking mundial donde existe una mayor demanda). El abaratamiento del precio de las infiltraciones ha impulsado también esta demanda, al hacer de la toxina un tratamiento más accesible a la mayoría de los bolsillos.

Como consecuencia de este aumento significativo del número de pacientes que recurren al bótox, existe también una mayor confianza en el tratamiento tanto entre los profesionales de la medicina estética como entre las personas de la calle. ¿Pero es tan seguro su uso como se trasluce desde la opinión pública y algunos medios de difusión?

Riesgos del bótox cuando se usa de forma inadecuada

La Sociedad Española de Medicina Estética asegura que la toxina botulínica es totalmente inocua cuando se admistra de forma correcta por personal sanitario especializado. Pero también advierte de los peligros que involucra su uso en manos inexpertas: «(…) la persona puede correr graves riesgos de salud ya que una incorrecta aplicación de este producto puede llegar, incluso, a paralizar la cara. Aunque se trata de un tratamiento muy sencillo, siempre es preciso realizar un diagnóstico correcto del paciente, además, la zona de inyección y la dosis deben ser muy precisas».

Realmente, y pese a no tratarse de una cirugía mayor, debemos tener mucho cuidado a la hora de elegir la clínica, médico o profesionales que nos vayan a aplicar este tratamiento. Aunque las microinyecciones no causen dolor aparente y todo se realice de forma totalmente ambulatoria, si el bótox se aplica de forma inadecuada o en exceso, las consecuencias pueden ser desastrosas y ya no solamente de tipo estético. La toxina botulínica está formada por las mismas sustancias que originan la enfermedad del botulismo aunque, claro está, en sus fórmulas de laboratorio para uso estético, los niveles son inocuos para la salud si se administran en su justo porcentaje. Pero ¿qué sucede si abusamos del bótox?

Los  Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés) en Atlanta, Estados Unidos, previenen sobre el uso de estos fármacos de forma no autorizada. Una sobredosis de toxina botulínica puede llegar a ser letal, y esto sucede cuando las infiltraciones superan los 40 microgramos por kilo de peso corporal: «(…) el mundo está en riesgo porque no hay regulaciones más estrictas sobre quién puede suministrar el bótox» aseguran.