¿Habías escuchado hablar alguna vez del «bonding» o «escultura dental«? Esta nueva técnica de restauración mínimamente invasiva (no toca la estructura del diente) está usándose cada vez más en nuestro país para corregir defectos estéticos de la dentadura: desgaste del esmalte como consecuencia de la edad, bruxismo, fracturas parciales o incluso para disimular el efecto que producen los dientes demasiado separados.


Dependiendo de cada paciente, tratamiento suele durar entre 30-60 minutos. No se talla el diente directamente sino que se coloca una especie de resina de composite y se amolda a la forma adecuada.

El resultado es muy natural. Como inconveniente, podemos mencionar que algunas personas sienten la sensación de tener algo extraño en la boca hasta que se acostumbran en un par de días.