El estrés, la falta de descanso o la contaminación ambiental son algunas de las causas que pueden provocar que tu piel se reseque, pieda tono y luminosidad.
La piel fatigada tiene un aspecto mustio y sin brillo. Además de dormir las horas necesarias y de seguir una dieta rica en antioxidantes para combatir los efectos dañinos de los radicales libres, existe una terapia natural que podemos seguir para devolverle su energía: el masaje facial.
Este tipo de masajes tiene muchos beneficios estéticos: es relajante, tonifica la piel, ayuda a combatir las primeras arrugas en el rostro y borra los signos de cansancio.
Es especialmente útil para reducir la inflamación de bolsas y ojeras o para devolverle la vitalidad a nuestro cutis cuando hemos dormido pocas horas. Lo mejor es hacerlo cada mañana al despertarnos. Emplearemos para ello nuestra crema hidratante habitual o buen aceite facial.
Los secretos para hacer un buen masaje facial
- Debes hacer siempre movimientos ascendentes para evitar que la piel se caiga. Comienza desde el metón y ve subiendo hasta llegar a las sienes.
- La zona del contorno de ojos necesita un producto específico. Coloca una gotita de contorno de ojos en el lagrimal y extiéndelo hacia afuera para favorecer el drenaje de bolsas y ojeras.
- A la hora de masajear la frente, coloca la crema en el centro y extiéndela con la yema de los dedos hacia las sienes.
- El escote y la papada son una parte fundamental de este masaje. Nunca debes olvidarte de estas zonas.
¿Practicáis a diario este ritual de belleza?
Os dejamos con un video del canal de ConTolStyle donde nos explican de maravilla cómo hacer un masaje facial en rostro y cuello para la piel cansada.