El sol es indispensable para que nuestro organismo pueda sintetizar la vitamina D, responsable entre otras cosas de reforzar las defensas del cuerpo y de mantener la densidad de los huesos.


Un toque de moreno sienta muy favorecedor en nuestro rostro, siempre y cuando seamos precavidas y nos protejamos usando una crema con filtro solar.

Si pese a todo, tras broncearte de forma saludable, sientes sensación de tirantez en tu rostro, sequedad o notas tu piel levemente congestionada, te proponemos preparar esta fantástica mascarilla casera aftersun que debes aplicar sobre tu cara y cuello después de tomar el sol.

Necesitas:

Preparación:

  1. Pon a fuego medio hasta que hiervan los 100 ml de agua con las semillas de lino.
  2. Cuando haya espesado, deja que enfríe un poco y cuela la mezcla para obtener solamente el gel que se desprende de las semillas de lino (rico en ácidos grasos esenciales).
  3. Agrega a este gel una cuchara sopera aceite de caléndula y caliéntalo en una cacerola al baño María a fuego lento.
  4. Añade después el macerado de té verde (con propiedades antioxidantes) y el macerado de hipérico (cicatrizante).
  5. Una vez que se fundan, retira del fuego y deja que enfríen. Incorpora entonces 15 gramos de gel de aloe vera y remueve con una espátula de madera hasta que se integre.
  6. Finalmente, añade 5 gotas de aceite esencial de lavanda y 5 gotas de aceite esencial de bergamota.

¡Lista para usar! Conserva tu mascarilla casera aftersun en la nevera dentro de un frasco limpio (durará aproximadamente 15 días). Aplícatela después de tomar el sol (sobre todo si notas algo de irritación o descamación) y retírala con abundante agua fría.