En estos meses de verano la obsesión por conseguir una piel bronceada puede llevarnos a abusar de las exposiciones solares o a descuidar la salud de nuestro cutis olvidándonos de utilizar cosméticos con propiedades fotoprotectoras. Por otro lado, el envejecimiento natural de la epidermis y otros factores desecadenantes como el embarazo o el uso de algunos medicamentos o anticonceptivos, pueden hacer que la pigmentación deje de ser uniforme al alterarse la producción de las células que generan la melanina, la sustancia que otorga a la piel su color moreno. Como consecuencia, podrían aparecer manchas oscuras… sobre todo en la zona del rostro, el escote y en las manos, donde la piel es más fina y sensible a pesar de que en esta época del año permanece expuesta de forma permanente.
Si las manchas no son muy antiguas puedes intentar eliminarlas sin necesidad de láser o peelings químicos. El secreto está en practicar exfoliaciones regularmente.
Para aquellas mujeres que tienen la piel fina y que este procedimiento les resulta agresivo, siempre pueden recurrir a las virtudes de la cosmética natural.
Uno de los tratamientos naturales que se conoce desde las antiguas tradiciones orientales para atenuar las manchas en la piel, son las mascarillas de Amelán que tienen un alto poder despigmentante gracias a su contenido en ácido kójico, una sustancia que se atrae del licor de arroz o shake y que es capaz de blanquear la piel si se utiliza asiduamente. Algunos especialistas afirman que incluso es capaz de eliminar las marcas y cicatrices producidas por el acné. Eso sí, el número de sesiones variará en función de cada caso (8-10 sesiones en pieles oscuras a 8-21 en pieles claras).
Las mascarillas de Amelán son seguras y, además, compatibles con cualquier tipo de piel, aunque es más eficaz sobre las pieles oscuras y grasas. En la mayoría de los casos consiguen eliminar totalmente las manchas y en los más difíciles, las disimula hasta hacerlas prácticamente imperceptibles. Algunos dermatólogos indican también su uso para rejuvenecer la piel, tratar problemas de seborrea o de poros abiertos.
¿Cómo aplicar las mascarillas de Amelán?
El tratamiento, por lo general, consta de dos fases: una primera fase que consiste en una limpieza facial profunda en un centro de estética, en la cual se emplean productos con efecto desengrasante y una segunda fase en la que se aplicará la mascarilla que debe permanecer en el rostro del paciente de 4 a 6 horas. Una vez transcurrido este tiempo, debemos retirar la mascarilla y aplicarnos una crema de mantenimiento durante al menos tres semanas. La frecuencia de la aplicación de la crema es de 2-3 veces al dia, durante la primera semana; 2 veces al dia, la segunda semana; y 1 vez al dia partir de la tercera.
Además el paciente debe aplicarse una hidratante facial diariamente y una crema fotoprotectora de pantalla total cada vez que salga de casa durante todo el tiempo que dure el tratamiento.
¿Para quién?
El Amelán puede ser utilizado también en personas con la piel sensible, pero hay que tener en cuenta que después de retirar la mascarilla la piel puede enrojecerse y permanecer irritada hasta el segundo día, aun así, se trata de una reacción temporal que desaparece por sí sola.
Otra ventaja de las mascarillas de Amelán es que puedes maquillarte desde el día siguiente de la aplicación.
En definitiva, si tienes manchas en tu rostro o en tus manos y estás pensando en realizarte un peeling pero has descartado la opción por considerarlo agresivo para tu piel, puedes informarte sobre las soluciones estéticas que te ofrece el Amelán, eso sí, debes ser consciente de que los resultados tardan algo más en evidenciarse y debes ser constante.
Para aprender a elaborar lociones y mascarillas naturales con efecto blanqueador, leer este artículo.