La arcilla es uno de los ingredientes más empleados en cosmética natural. Posee propiedades terapéuticas, desinfectantes, depurativas y calmantes.
Todas las arcillas poseen estas cualidades en mayor o menor medida, pero unos tipos de arcilla son más adecuados que otros dependiendo de la naturaleza de nuestra piel o de los problemas dermatológicos que vamos a tratar.
Hoy os hablaremos de la arcilla verde; un producto adsequible y fácil de encontrar en cualquier herbolario. Es astringente, desinfectante, tiene propiedades antiinflamatorias y está especialmente indicada para desincrustar impurezas y mejorar la apariencia de los cutis propensos a sufrir acné.
¿Cómo preparar una mascarilla de arcilla verde?
El primer paso es comprar nuestra arcilla verde pura en polvo (de venta en herbolarios o tiendas de cosmética natural). Una vez que la tengamos, podemos preparar nuestra mascarilla mezclándola con agua destilada hasta que adquiera una consistencia cremosa. Otra opción válida y muy eficaz, es combinar las propiedades cosméticas de la arcilla con la de otros ingredientes naturales: zumos de frutas o aceites vegetales como el aceite de almendras dulces. De este modo estaremos potenciando las virtudes hidratantes y antioxidantes de la arcilla.
Una vez que tengas lista tu mascarilla, extiéndela con cuidado sobre rostro y cuello, evitando el área de los ojos y de la boca. Deja que actúe unos 20 minutos y cuando notes que está seca, retírala con agua tibia y una esponja vegetal. Para finalizar el tratamiento, debes aplicar el tónico facial y una buena crema hidratante.
¿Por qué se recomiendan las mascarillas de arcilla verde para la piel grasa o con tendencia al acné?
La arcilla verde tiene propiedades astringentes y desinfectantes. Además, impide la proliferación de bacterias y tiene un poderoso efecto antiinflamatorio.
Si por el contrario, tienes la piel seca o sensible pero quieres recurrir a las mascarillas de arcilla verde para limpiar impurezas, te recomendamos limitar el tratamiento a una vez a la semana y mezclar el polvo de arcilla con aceite vegetal de almendras dulces o aceite de jojoba.
Otras recomendaciones…
- Compra siempre arcilla pura en polvo ya que las emulsionadas han perdido ya parte de sus propiedades.
- Elige un envase o recipiente de cartón (el plástico deja residuos).
- Fíjate en que tu arcilla sea de procedencia ecológica y tenga certificado de calidad.