Tener buenos hábitos de higiene bucal es esencial para prevenir las caries y enfermedades de las encías. Por lo tanto, las visitas regulares a la consulta del dentista y los cuidados en casa son la mejor forma de mantener nuestra dentadura sana y bonita durante mucho tiempo. Hoy te hablaremos de un dispositivo que pronto pasará a ser el objeto favorito en tu cuarto de baño: el cepillo de dientes con irrigador dental.

El irrigador dental clásico es un aparato que expulsa agua a presión sobre los dientes y las encías para eliminar los restos de comida que se depositan en zonas de difícil acceso. Los dentistas coinciden en decir que es un buen método para prevenir la aparición de placa bacteriana.

De hecho, en un comienzo estos dispositivos tenían un uso profesional y se utilizaban exclusivamente en las clínicas dentales; pero actualmente han salido al mercado diferentes versiones para uso doméstico.

Es importante tener en cuenta que el irrigador dental sólo debe ser utilizado como complemento y nunca como un sustituto del cepillado. Para superar este inconveniente, algunas marcas han creado cepillos eléctricos con irrigador dental incluido, que proporcionan una higiene completa.

Al hacer un análisis de los mejores cepillos eléctricos con irrigador dental los expertos en salud dental señalan datos muy interesantes, por ejemplo:

  • Son un 51% más eficaces para reducir el sangrado gingival que otros procedimientos.
  • No son tan contaminantes para el medio ambiente como el hilo dental. El aparato puede durar años lo que se traduce en menos residuos contaminantes arrojados al planeta.
  • Están especialmente recomendados para personas que llevan ortodoncia con brackets ya que los aparatos dentales pueden dificultar la higiene bucal.

¿Cómo se utilizan los cepillos eléctricos con irrigador dental?

Los cepillos eléctricos con irrigador tienen un funcionamiento muy sencillo:

  1.  Llenar el depósito del dispositivo con agua templada. Se puede añadir también algún producto antiséptico al agua para mejorar la limpieza, aunque no es imprescindible.
  2. Comenzar con el cepillado desde las muelas hasta los dientes delanteros. No se debe ejercer presión excesiva ni cepillar más de dos minutos.
  3. Recorrer la parte superior de la dentadura dirigiendo el chorro de agua hacia las encías y los espacios interdentales.
  4. Al finalizar debes apagar el dispositivo, retirar la boquilla y vaciar el agua sobrante que ha quedado en el depósito (si no lo haces, podrían proliferar bacterias).

Por otra parte, cada fabricante puede tener instrucciones específicas y debes leerlas para hacer un buen mantenimiento del aparato.

¿Son caros los cepillos eléctricos con irrigador?

Obviamente, los cepillos eléctricos con irrigador dental son más caros que los cepillos manuales, pero si eres una persona con predisposición a acumular sarro dental estos dispositivos te permitirán espaciar el tiempo de las limpiezas profesionales en la consulta de tu dentista y esto supone también una forma de ahorro.

Además, muchos de ellos cuentan con boquillas extraíbles. Si sois varios en casa, toda la familia podrá utilizar el mismo cepillo eléctrico, cada uno con su boquilla correspondiente.

A decir verdad, aunque llevan ya algunos años en el mercado no todo el mundo hace uso de estos aparatos tan prácticos. Es una lástima pues, como acabamos de explicar, son una buena opción para cuidar la salud de tu boca y reducir el impacto medioambiental. ¿Los has probado ya? Si es así, ¡comenta tu experiencia!