¿Tienes una pequeña mancha en la parte blanca del ojo? En la mayoría de los casos se trata de nevus oculares, pequeñas acumulaciones de melanocitos que son las células encargadas de producir melanina.

La melanina es el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos. Los nevus oculares son generalmente benignos y pueden estar presentes desde el nacimiento o aparecer en edades tempranas.

Sin embargo, si estas manchas crecen de tamaño, presentan bordes irregulares o crean problemas de visión, es importante acudir cuanto antes al oftalmólogo para descartar el diagnóstico de melanoma ocular.

¿Qué es el melanoma ocular?

El melanoma ocular es un tumor maligno que se origina en la úvea del ojo, una estructura que incluye el iris, el cuerpo ciliar y la coroides.

Aunque es menos frecuente que el melanoma cutáneo, su naturaleza agresiva y su potencial metastásico lo convierten en un tema prioritario en investigación médica.

Melanoma ocular y melanoma cutáneo. ¿Están relacionados?

Ambos tipos de melanoma tienen un origen común en los melanocitos. Sin embargo, se desarrollan en diferentes tejidos:

  • Melanoma ocular: Afecta la úvea, una estructura interna del ojo.
  • Melanoma cutáneo: Se desarrolla en la piel y está estrechamente vinculado a la exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV) y las quemaduras solares.

En el caso del melanoma ocular, la relación con la exposición a los rayos UV no es tan clara como en el melanoma cutáneo. Sin embargo, se considera un posible factor de riesgo, especialmente en personas con ojos claros o predisposición genética.

¿Dónde aparece el melanoma ocular?

El melanoma ocular se desarrolla principalmente en la úvea, que es la capa intermedia del ojo, rica en vasos sanguíneos y melanocitos. Esta estructura está formada por tres partes principales:

  • Iris: Es la parte frontal y coloreada del ojo, responsable de controlar la cantidad de luz.
  • Coroides: Una capa de tejido conectivo altamente vascularizada que se encuentra entre la esclerótica (la parte blanca del ojo) y la retina. Es el sitio más común donde se origina el melanoma ocular.
  • Cuerpo ciliar: Situado en la parte frontal de la úvea, esta estructura es esencial para la producción del humor acuoso, el líquido transparente que mantiene la presión ocular.

En raras ocasiones, el melanoma ocular puede desarrollarse en estructuras externas al ojo, como la conjuntiva (una fina membrana que recubre el globo ocular) o incluso en los párpados. Sin embargo, estos casos son poco frecuentes en comparación con los melanomas de la úvea.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Aunque las causas exactas del melanoma ocular no están completamente claras, se han identificado varios factores de riesgo:

  • Tener los ojos claros: Las personas con ojos azules, verdes o grises tienen mayor predisposición de desarrollar melanoma ocular.
  • Edad: La incidencia del melanoma ocular aumenta con la edad, siendo más común en personas mayores de 60 años. Sin embargo, puede presentarse a cualquier edad, por lo que el seguimiento oftalmológico regular es importante.
  • Exposición solar: Aunque la relación entre el melanoma ocular y los rayos UV no es tan clara como en el melanoma cutáneo, la radiación solar se considera un factor de riesgo. Utilizar gafas de sol con protección UV/UVB puede contribuir a prevenir su aparición.

Síntomas del melanoma ocular

En sus primeras etapas, el melanoma ocular puede no causar síntomas y con frecuencia se detecta durante un chequeo rutinario de la vista. Sin embargo, a medida que avanza, pueden aparecer los siguientes signos:

  • Visión borrosa o disminución de la agudeza visual.
  • Cambios en el tamaño o la forma de la pupila
  • Sensación de destellos de luz (fotopsias) o sombras en el campo visual.
  • Dolor ocular en casos donde el tumor se ha extendido al nervio óptico o los tejidos circundantes.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante acudir al oftalmólogo de inmediato para una evaluación exhaustiva.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico del melanoma ocular requiere una combinación de técnicas avanzadas para evaluar la estructura interna del ojo y confirmar la presencia de un tumor:

  • Examen oftalmológico con dilatación de la pupila: Consiste en examinar el fondo del ojo utilizando una lupa de aumento y luz después de dilatar la pupila. Este procedimiento permite observar el interior del ojo y detectar cualquier anomalía.
  • Ecografía ocular: Se realiza aplicando unas gotas para adormecer el ojo y luego colocando una sonda sobre la superficie para medir la distancia entre la córnea y la retina.
  • Angiografía con fluoresceína: Consiste en inyectar un tinte en el brazo que viaja por el torrente sanguíneo hasta los vasos oculares. Con una cámara especial se capturan imágenes de la retina, lo que ayuda a identificar vasos sanguíneos bloqueados.
  • Tomografía computarizada (TC): En casos avanzados, se utiliza para detectar metástasis en los tejidos cercanos al ojo o en el cerebro y para evaluar la extensión del melanoma ocular.

Opciones de tratamiento

El tratamiento del melanoma ocular depende del tamaño del tumor, su localización y si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Las opciones terapéuticas incluyen:

Radioterapia

  • Haz externo: Utiliza rayos X o protones dirigidos al tumor desde fuera del ojo para destruir las células cancerosas.
  • Braquiterapia: Consiste en colocar una placa radioactiva directamente sobre el ojo, cerca del tumor, para atacar las células malignas de manera localizada.

Cirugía

  • Resección quirúrgica: En el caso de tumores pequeños y localizados
  • Enucleación: Si el tumor es grande o está muy avanzado la única opción es la extirpación completa del ojo.

Fotocoagulación

Terapia que utiliza láser para destruir los vasos sanguíneos que nutren el tumor, ayudando a reducir su crecimiento.

Termoterapia transpupilar (TTT)

Aplica calor a través de un láser infrarrojo para reducir el tamaño del tumor. Suele utilizarse en combinación con otras terapias como la radiación.

Quimioterapia

Es una opción para tratar el melanoma ocular si el cáncer se ha diseminado fuera del ojo, aunque no es el tratamiento principal para tumores oculares localizados.

Inmunoterapia

Un enfoque sistémico que utiliza medicamentos para activar el sistema inmunitario y destruir células cancerosas. En 2022, la FDA aprobó Tebentafusp (Kimmtrak) para tratar melanomas uveales inoperables o metastásicos. Este medicamento actúa uniendo las células T del sistema inmunitario a las células del melanoma uveal, facilitando su destrucción.

Nuevas terapias y ensayos clínicos

Actualmente, se están investigando nuevos tratamientos para el melanoma ocular, incluidos medicamentos dirigidos, combinaciones de terapias y opciones genéticas innovadoras. Los ensayos clínicos son una oportunidad para acceder a estas terapias experimentales.

El éxito del tratamiento depende en gran medida del tamaño del tumor y de si el cáncer ha hecho metástasis en el momento del diagnóstico. Por ello, la detección temprana es fundamental para mejorar el pronóstico y aumentar la eficacia de las terapias disponibles.