Menopausia y osteoporosis

La menopausia no es una enfermedad. Se define como el período en la vida de la mujer en el que desaparece la menstruación debido al final de la actividad ovárica. Suele producirse entre los 45 y los 50 años. El período en el que se produce la menopausia se llama climaterio.


Menopausia y osteoporosis

Hace apenas unas décadas se consideraba el climaterio como la primera etapa de la llamada tercera edad. Actualmente, la mayoría de las mujeres de 50 años están en perfectas condiciones tanto físicas como psicológicas, con una vida social activa y plenamente integradas en el mundo laboral. No se considera en absoluto una persona de edad a la mujer de 50 años que se viste de una forma moderna y actual, hace deporte y participa activamente en los eventos sociales.

A pesar de todo la menopausia conlleva una serie de cambios, inconvenientes y perturbaciones que se deben asumir como parte ineludible en la vida de la mujer.

La menopausia provoca, al principio, una tendencia a ganar algo de peso que se traduce, prácticamente en todas las mujeres, con un aumento de 2 a 3 kilos. En este momento, la mujer debería asumir este ligero aumento de peso, tomando las medidas pertinentes para que éste no se descontrole. Una alimentación controlada en energía, con abundantes verduras y frutas, lácteos descremados y control de grasas, junto con la práctica sistemática de ejercicio físico van a ser las principales armas para mantener un peso adecuado.

El principal problema nutricional de la menopausia es el comienzo de una fuga paulatina de calcio de los huesos, como resultado del cambio hormonal y de la reducción de la producción de estrógenos. Empezando alrededor de los 50 años, el proceso se irá acelerando con el transcurso de los años, pudiendo dar origen a la osteoporosis. Actualmente se define la osteoporosis como un déficit de masa ósea adecuadamente mineralizada, que afecta a la composición del hueso, aumentando la fragilidad del mismo y, por tanto, el riesgo de fracturas.

La osteoporosis, junto con el cáncer ginecológico y las afecciones circulatorias son las tres patologías más importantes que actualmente afectan a la mujer.

The American Dietetic Association (ADA), publicó en noviembre de 1993 unos datos que pueden calificarse de muy serios:

  • Aproximadamente la mitad de las fracturas en mujeres de más de 50 años son debidas a la osteoporosis.
  • Esta enfermedad produce más de 1,5 millones de fracturas al año. Entre ellas hay que incluir las fracturas de cadera y de cabeza de fémur, consideradas muy graves y dolorosas.
  • Un 20% de los pacientes que sufren fractura de cadera mueren durante el primer año y la mitad de los supervivientes padecen durante el resto de su vida graves dificultades de movilidad.

El origen de la osteoporosis

La estructura del tejido óseo está sometido a un constante proceso de desgaste y renovación.

Este proceso debería dar un balance neutro, es decir, que el desgaste debería ser repuesto de una manera óptima. Si este proceso se desequilibra a favor del desgaste, el resultado es una disminución progresiva de la masa ósea.

En condiciones normales, el balance es positivo hasta los 30 o 35 años. A partir de ese momento, el equilibrio pasa a ser ligeramente negativo. A los 60 años la pérdida de masa ósea puede ser de un tercio. Un 50% de las personas mayores de 75 años presentan un cuadro de osteoporosis.



Una vez declarada la enfermedad, generalmente a causa de dolor articular o de alguna fractura menor, no se puede recuperar el hueso perdido, pero sí se puede paliar y frenar el proceso de fuga ósea. De todas formas, la prevención de la enfermedad es un factor básico y una prioridad en todos los organismos de salud pública, los cuales coinciden en señalar que para ello la ingesta alimentaria es algo fundamental.

La prevención, la mejor arma

  • Está demostrado que un bajo aporte de calcio durante la adolescencia produce un hueso más débil en la edad adulta.
  • En mujeres pre-menopáusicas con un aporte de calcio aumentado, se retrasan las pérdidas de masa ósea. Por el contrario, un aporte insuficiente de calcio en las personas mayores favorece las roturas óseas. Ya que el aporte de calcio es fundamental en la prevención de la osteoporosis, conviene precisar la cantidad adecuada para llevar a cabo dicha prevención.
  • En los individuos adultos las necesidades de calcio se estiman entre 800 y 1.000 mg al día. Este aporte se debe aumentar en la edad avanzada, ya que entonces la absorción de este mineral es menor. Asimismo hay etapas de la vida en que las necesidades de calcio son mayores: la lactancia, el embarazo y la adolescencia son situaciones que precisan un aporte más elevado, fijándose las necesidades en 1.200 mg al día.
  • En la alimentación diaria, los alimentos que contienen una elevada proporción de calcio son la leche y los derivados lácteos, tanto enteros como descremados. En el resto de los alimentos el contenido en este mineral es muy reducido, por lo que es difícil cumplir las raciones recomendadas si la alimentación no incluye una cantidad adecuada de productos lácteos.

Osteoporosis y sexo femenino

La osteoporosis es ocho veces más frecuente en la mujer que en el hombre. Esta diferencia se debe, fundamentalmente, a los cambios hormonales que afectan al sexo femenino durante la menopausia. Se calcula que entre un 30 y un 40 % de mujeres post-menopáusicas se ven afectadas, en menor o mayor grado, por esta enfermedad.

Factores que aumentan el riesgo de sufrir osteoporosis:

  • Sexo femenino
  • Raza blanca
  • Edad avanzada
  • Talla y peso reducidos
  • Nuliparidad
  • Alimentación baja en calcio
  • Alimentación alta en sodio
  • Déficit de vitamina D
  • Menopausia precoz
  • Desequilibrios ponderales, oscilaciones notables de peso
  • Ciertos fármacos (corticoides)
  • Alto consumo de alcohol, café y tabaco
  • Baja actividad física, sedentarismo. Cada vez parece ser más evidente la relación entre el sedentarismo y el riesgo de padecer complicaciones derivadas de la osteoporosis. El ejercicio físico adecuado a lo largo de toda la vida forma parte importante de la prevención.

Algunos de los factores de riesgo son ineludibles, pero hay otros que pueden ser prevenidos eficazmente. La osteoporosis tiene un gran impacto en la calidad de vida, tanto desde el punto de vista físico como psíquico, por ello es muy importante la prevención de este trastorno desde edades muy tempranas.

¿Qué elementos debe tener en cuenta una mujer en período de menopausia?

  • Controlar el peso (sin obsesionarse).
  • Procurar que la dieta siga siendo variada y equilibrada, baja en grasas de origen animal.
  • Asegurar el aporte de calcio adecuado a la situación.
  • Potenciar el consumo de pescado frente al de carnes, asegurando una adecuada ingestión de yodo.
  • Potenciar la variedad en el consumo de frutas, verduras y hortalizas.
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