Sabéis que no nos gusta hablar de “alimentos milagro”. Una dieta saludable debe ser variada y adaptarse a nuestro estilo de vida. Eso sí, el hecho de que debamos comer de todo no significa que no sea necesario moderar el consumo de ciertas comidas.

La pasta tradicional es un alimento delicioso y rico en nutrientes, pero no conviene abusar de ella, sobre todo si estamos a dieta. Por su alto contenido en hidratos de carbono y calorías (350 kcal./ 100 gramos) es una opción ideal para personas deportistas. Pero si llevas una vida sedentaria y haces poco ejercicio, esos tallarines y fetuccini que tanto te gustan podrían convertirse en una trampa mortal a la hora de subirte a la báscula. De ahí la importancia de buscar alternativas saludables y bajas en calorías como la pasta y arroz de konjac. Son una buena forma de recortar calorías en tus menús semanales y empezar la operación bikini sin tener que renunciar a tus platos favoritos.

¿Qué es la pasta de konjac?

La pasta de konjac o pasta shirataki es un preparado alimenticio que se elabora a partir de un tubérculo llamado Amophophalus konjac, originario del sudeste asiático y en particular de países como Japón o China donde se utiliza desde hace más de 2.000 años en su cocina local.

La parte bulbosa o rizoma se procesa hasta obtener una harina a partir de la cual se elabora la pasta y arroz de konjac. Su componente principal es el glucomanano que le aporta sus propiedades digestivas y saciantes.

¿Por qué el konjac nos ayuda a adelgazar?

El konjac posee una particularidad que no tienen otros alimentos: es increíblemente saciante. Es capaz de absorber el agua hasta doblar su tamaño al entrar en contacto con el líquido. Gracias a esto, reduce la sensación de apetito entre horas.

Además, el konjac es bajo en calorías (tan sólo 9 kcal./ 100 gramos) y tiene un alto contenido en fibra que nos ayuda a combatir el estreñimiento.

100 gramos de pasta o arroz de konjac nos aportan:

  • 9 kcal.
  • 1 gramo de proteína
  • 0 gramos de grasa
  • 0 gramos de azúcar
  • 2,6 gramos de fibra

Otras razones para incluirlo en tu dieta.

Además de tener propiedades adelgazantes, el konjac ha logrado despertar el interés de la comunidad científica por otros beneficios saludables.

Un estudio publicado en Diabetes Care asegura que el glucomanano presente en la harina de konjac tiene un efecto hipoglucemiante y ayuda a mantener más bajos los niveles de azúcar en pacientes con diabetes tipo 2.

Otros estudios a cargo de la EFSA (European Food Safety Authority) mencionan su utilidad para mantener a raya el colesterol.

También es un excelente prebiótico natural y ayuda a mantener el equilibrio de la flora intestinal.

¿Para quiénes está recomendado?

Cualquiera puede incluir pasta y arroz de konjac en su dieta, aunque es especialmente útil para quienes sufren estreñimiento o para quienes necesitan bajar de peso. También es una alternativa interesante para los celíacos ya que al venir de un tubérculo y no de un cereal, no contiene gluten.

Únicamente está desaconsejado en personas con dificultades para deglutir (disfagia) pues su textura aumenta el riesgo de sufrir atragantamientos.

¿Cómo se prepara?

Puedes hacer pasta y arroz de konjac de mil maneras diferentes: con verduras, con mariscos, con carnes magras…

El konjac tiene un sabor neutro y admite muchas preparaciones. Únicamente se desaconsejan las preparaciones en sopa, pues como te comentamos absorbe mucha agua.

Por ejemplo, en la tienda online de Mundorganic y en su Instagram tienes multitud de recetas que podrías probar: espaguetis de konjac a la carbonara, pasta de konjac con salmón y queso, arroz konjac con verduras y salsa picante… ¡todas ellas deliciosas!

Tanto la pasta como el arroz de konjac de Mundorganic son productos ecológicos y vienen deshidratados para mejorar su dosificación. Sólo tienes que poner la pasta a remojo y cocinarla al gusto sin que existan aromas o sabores irreconocibles. Además, en la mayoría de los casos la pasta deshidratada es más sostenible para el medioambiente pues se reduce el uso de agua y energía en el proceso de fabricación. No olvidemos también que los productos deshidratados se conservan mucho tiempo y son una buena forma de evitar el desperdicio alimentario.

Si vas a empezar tu operación bikini ¡anímate a probar la pasta y arroz de konjac! Eso sí, recuerda que no debes utilizar este alimento para llevar una monodieta. La idea es introducirlo en varias comidas semanales en sustitución de la pasta para reducir la ingesta de calorías.