Los pies son los grandes ignorados en nuestras rutinas de belleza, sobre todo en invierno cuando llevamos zapatos cerrados. Sin embargo, cuidar de los pies no es solamente una cuestión de estética. Una sequedad excesiva en la zona del talón puede hacer que la piel se agriete y se vuelva vulnerable ante todo tipo de infecciones. Lo mismo podríamos decir de las uñas, si compartimos utensilios como limas, tornos o cortaúñas, pero no los desinfectamos adecuadamente, corremos en riesgo de sufrir un contagio por levaduras y hongos (onicomicosis). De ahí la importancia de aprender a hacernos correctamente la pedicura en casa o acudir a un centro de belleza donde una esteticién profesional examine nuestros pies y nos aconseje los tratamientos más indicados.

Los expertos de Spa’Relajarse recomiendan hacerse la pedicura básica al menos una vez cada cuatro semanas. Este el tiempo en el que las uñas vuelven a crecer lo suficiente para cortarlas y se acumula una cantidad excesiva de piel muerta en la planta del pie.

¿En qué se diferencia una pedicura casera de una pedicura de spa?

Una pedicura casera es un procedimiento rápido y efectivo para mantener la higiene y belleza de los pies. Implica procedimientos como la limpieza y desinfección de los pies con agua tibia y jabón, cortar y limar las uñas, retraer las cutículas, exfoliar la piel dura y descamada, extender la crema hidratante y, finalmente, aplicar una o varias capas de esmalte.

En cambio, la pedicura de spa es un tratamiento más completo que abarca todas las técnicas de la pedicura convencional pero que busca a su vez proporcionar una experiencia relajante.

Algunos procedimientos que se realizan son:

  • Baño de pies: en la pedicura de spa los baños de pies incluyen sales aromáticas y aceites esenciales (de menta, lavanda, árbol de Té) … con propiedades calmantes y antifúngicas (evitan la aparición de hongos).
  • Exfoliación: los spas cuentan con herramientas especiales para eliminar callosidades y durezas (por ejemplo, los tornos). Si nos hacemos la pedicura en casa tendremos que usar productos más sencillos como la piedra pómez. Aún así, si somos constantes los resultados serán igualmente buenos.
  • Mascarillas: proporcionan una sensación de confort dejando los pies suaves y libres de asperezas. Suelen estar hechas de arcillas, algas y minerales que ayudan a relajar los músculos cansados y a eliminar toxinas.
  • Masaje antiestrés: se masajean los pies deslizando las manos desde los dedos hasta el tobillo. El objetivo de este masaje es aliviar las tensiones, mejorar la circulación sanguínea y eliminar la retención de líquidos. Suele hacerse utilizando algún aceite con propiedades drenantes o estimulantes y proporciona una sensación de bienestar casi inmediata (no olvidemos que solamente en la planta del pie existen 2.000 terminaciones nerviosas).

Otros tratamientos de spa para los pies.

Además de la pedicura, en algunos spas ofrecen también tratamientos de belleza y relajación para los pies como acupresión, hidroterapia, reflexología o tratamientos con luces LED para rejuvenecer la piel.

¿Crees que necesitas un tratamiento específico para los pies? Mímalos con estos cuidados extra para mantenerlos en buenas condiciones de cara al verano.