cambio de look


Potenciar el atractivo de las facciones, rejuvenecer tu aspecto o camuflar las canas son tan sólo algunos de los logros que puedes conseguir sin necesidad de un corte radical. Estrena un «look» más favorecedor siguiendo nuestros consejos.

El flequillo, a cualquier edad.

El flequillo no es sólo un buen recurso a la hora de actualizar una melena un tanto seria, también sirve para quitarse algunos años de encima (tapa las arrugas horizontales de la frente) y equilibrar las facciones de la cara.

Para dar un aire jovial a la melena, realzar unos ojos grandes y expresivos o disimular una nariz un tanto prominente, opta por un flequillo corto, que quede por encima de las cejas. A los rostros con mandíbulas angulosas, en cambio, les van los flequillos largos, densos y profundos, algo más cortitos del centro que de los laterales. Este tipo de flequillo resalta los labios, así que si los tienes bonitos, no te lo pienses más. Los de corte recto, tipo Cleopatra, favorecen a las mujeres de frente ancha o rostro alargado. Si tu frente es más bien estrecha o tienes la cara redondita, el flequillo ideal es el que cae en diagonal.

La raya ¿a un lado o en medio?

Parece mentira hasta qué punto este pequeño detalle puede mejorar nuestra imagen ¡sin tener que pedir cita en la peluquería!

Raya lateral

Aunque sienta bien a casi todas las mujeres, es la opción que más favorece a quienes desean estilizar el rostro o desviar la atención de su nariz. La raya que se hace a un lado es, junto con la tipo zigzag, la que mejor disimula el efecto raíz y la que aporta una mayor sensación de espesor a la parte frontal, algo a considerar en caso de pelo escaso o lacio.

Pásate al lado contrario

Plantéate hacerte la raya en el lado opuesto si hay un remolino que pone a prueba tu paciencia o descubres que te crecen menos canas en esa zona.

Raya en medio

Queda de fábula a los rostros ovalados y también a los cuadrados, ya que los mechones que caen a ambos lados dulcifican las facciones. También es la solución ideal en el caso de pelo grueso o voluminoso, ya que evita que se cree una masa de cabello a un solo lado. No es la mejor opción, en cambio, si has de repasarte el color o tienes la raíz algo grasa.

Recogidos a la carta.

Trenzas y moños deshechos

Son lo último en la pasarela. Aparentemente desaliñados, estos recogidos son de lo más romántico. Los mechones sueltos a la altura de la mandíbula, disimulan las barbillas afiladas

Cara despejada

A las mujeres de facciones armoniosas les queda muy bien llevar el pelo totalmente recogido en una coleta o un moño tirante. El único inconveniente es que es imprescindible llevar al día la coloración.

Volumen en lo más alto

Los tupés y los recogidos altos, además de hacerte parecer más alta y más delgada, destacan los escotes pronunciados. Sientan de maravilla a las mujeres de cara redondita.

¿Has pensado en cambiar el color?

Antes de elegir un nuevo tono, ten en cuenta estos importantes detalles:

Tonos oscuros:

El negro, los castaños oscuros y los marrones caoba imprimen carácter y potencian la fuerza de la mirada. Su único problema es que tienden a endurecer las facciones, lo que hace que se marquen las arrugas y las imperfecciones de la cara. Para suavizar este efecto, hazte unas mechas algo más claritas.

Medios

Los cobres, los castaños claros y los rubios oscuros suavizan los rasgos y dan una mayor sensación de volumen a la melena.

Claros

Rejuvenecer la imagen y aportar luminosidad al rostro son dos beneficios de los tonos dorados, mieles y cobrizos discretos.

Mechas

Además de proporcionar relieve a la cabellera, dan un favorecedor toque de luz a la cara. Aunque las mechas no sirven para cubrir las canas, las disimulan muy bien. La mejor estrategia para camuflar el efecto raíz es dar unas mechas muy finas no más de dos o tres tonos más claras que el color base.