Cada vez son más los expertos en salud que ponen el foco en las digestiones. Solemos dar mucha importancia a las enfermedades cardiovasculares, pero la salud digestiva también es importante. Las afecciones gastrointestinales repercuten en nuestra calidad de vida ocasionando malestar físico y emocional.
¿Por qué me sientan mal las comidas?
Existen muchas razones que pueden hacer que los alimentos no nos sienten bien.
- Comer muy deprisa: la digestión comienza por una correcta masticación.
- Elegir mal los alimentos de nuestra dieta: el exceso de grasas, bebidas carbonatadas o alimentos procesados puede provocar hinchazón estomacal y reflujo.
- Tener un intestino en disbiosis: esto quiere decir que la microbiota intestinal está alterada. Puede suceder después de un periodo de convalecencia y el uso de algunos fármacos.
- Estrés: la falta de sueño y descanso también afecta a nuestra salud digestiva. Cuando estamos nerviosas segregamos cortisol y catecolaminas, dos hormonas que producen inflamación intestinal y trastocan la digestión. Los síntomas son variados, desde la acidez de estómago y los gases a las diarreas.
- Falta de ejercicio: las personas sedentarias suelen tener un intestino lento y son más propensas al estreñimiento. La actividad física regular también es beneficiosa para la salud digestiva.
¿Cómo poner en forma tu aparato digestivo?
Te animamos a practicar yoga con regularidad, no sólo porque favorece la relajación sino también porque implica la realización de una serie de movimientos que favorecen la movilidad intestinal. Un ejemplo es la postura de la cobra (Bhujangasana) que consiste en una suave dorso-flexión beneficiosa para aliviar los trastornos digestivos.
Como una ayuda extra, te recomendamos probar los productos Vilardell Digest. Son fórmulas naturales y elaboradas con principios activos cuya eficacia ha sido demostrada científicamente.
- Glicerina: combate el estreñimiento ocasional si se administra por vía rectal.
- Cáscara sagrada: mejora el tránsito intestinal.
- Ácido hialurónico: lubricante e hidratante.
- Digezyme®: una mezcla patentada de enzimas digestivos que favorecen la digestión.
- Frángula: los extractos obtenidos de su corteza se emplean en el tratamiento del estreñimiento ocasional.
- Hinojo: alivia los gases y la gastritis.
- Malva: tiene un alto contenido en mucílagos con propiedades antiinflamatorias. Es útil en el caso de gastritis leve.
- Manzanilla: alivia la pesadez estomacal y contribuye a mantener el bienestar digestivo.
- Menta piperita: tiene efectos rápidos en el caso de flatulencias, náuseas y desórdenes digestivos como la gastritis.
- Miel: tiene propiedades bactericidas, antisépticas y laxantes.
- Óxido de magnesio: un mineral esencial para los músculos y los huesos. Se utiliza para aliviar la acidez estomacal.
- Fibras dietéticas: regulan el tránsito intestinal.
- Ciruela: evita el estreñimiento y combate la retención de líquidos.
- Aloe vera: algunos estudios preliminares señalan su utilidad en el tratamiento del intestino irritable.
- Fructooligosacáridos: son un tipo de fibra soluble procedente de la fructosa. Fortalecen la flora intestinal.
- Inulina: es un tipo de fibra vegetal que se obtiene de la achicoria. Evita el estreñimiento y fortalece la microbiota intestinal.
- Fibersol®-2: fibra soluble de baja densidad que se encuentra en las legumbres y cereales. Favorece el tránsito intestinal.
- Probióticos: son microrganismos que colonizan la mucosa intestinal protegiéndola frente a bacterias patógenas.
- Zinc: un nutriente indispensable en nuestra dieta ya que el organismo no puede almacenarlo por sí mismo. Fortalece el sistema inmunitario.
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