El Pole Dance es mucho más que una disciplina de fitness. Al igual que otras modalidades de baile, puede verse como un arte de expresión corporal.


El interés por aprender Pole Dance ha ido en aumento en los últimos años. Pero el baile de moda es mucho más que eso. A nivel físico el Pole Dance promueve la flexibilidad del cuerpo y mejora aptitudes como la coordinación, la elongación o el equilibrio.

Por otra parte es un ejercicio aeróbico que requiere de mucha resistencia en la medida en que la rutina se acompañe de una coreografía más o menos dinámica. En una hora pueden quemarse entre 300 y 500 kcal.

Además, en el Pole Dance se trabajan casi todos los músculos del cuerpo. Es ideal para mantener una figura esbelta y tonificada. Requiere de mucha fuerza en los brazos pero también es indispensable el trabajo de abdominales, piernas y glúteos para realizar las distintas figuras acrobáticas.

Recuerda que si bien no hay una edad máxima para practicarlo, es importante que esta disciplina se lleve a cabo en un centro o gimnasio certificado, con una instructora especialista; de lo contrario, se pueden llegar a sufrir lesiones.

¿Os apuntaríais a unas clases de Pole Dance? Os dejamos con una coreografía de nivel básico donde nos enseñan a realizar algunas figuras acrobáticas.