La miel se ha utilizado durante miles de años en medicina natural como tratamiento para diferentes enfermedades de la piel.
Según informa el «Journal of the Royal Society of Medicine» los antiguos romanos, griegos y egipcios conocían sus virtudes y la utilizaban para desinfectar heridas o curar quemaduras.
Las propiedades antibacterianas de la miel sumadas a las propiedades enzimáticas del aceite de oliva y el poder astringente del limón, dan lugar a una excelente mascarilla limpiadora, muy económica y fácil de preparar.
Sólo necesitarás:
- Una cucharada de miel de abejas
- Una cucharada de aceite de oliva virgen
- Dos gotitas de limón
Mezcla todos los ingredientes en un recipiente limpio y utilízalo como un limpiador facial, extendiendo la mascarilla con ayuda de un pincel suave sobre el rostro y el cuello. Debes evitar la zona de la boca y el contorno de ojos.
Deja que actúe de 15 a 20 minutos y retira la mascarilla con abundante agua tibia.
Para finalizar, tonifica e hidrata tu cutis con los productos cosméticos que sueles utilizar en tus rutinas de higiene facial.