La canela es conocida en todo el mundo por sus virtudes culinarias, pero tal vez no sepas que esta especia posee además muchas propiedades medicinales que pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud en caso de resfriados, diarrea o problemas circulatorios.

No en vano los egipcios, griegos y romanos utilizaron esta planta durante siglos con fines medicinales. Incluso algunos estudios recientes apuntan a que la canela contribuye a regular de forma natural la producción de glucosa en sangre en los casos de diabetes tipo II.

¿Cómo se obtiene la canela?

La canela se extrae de la corteza interior de un árbol llamado canelo, originario de la India y Sri Lanka. Es un árbol tropical de hoja perenne que puede llegar a medir hasta 15 metros de altura. Su corteza es gruesa y sus hojas verdes, brillantes y curtidas, con un aroma especiado. Sus flores son pequeñas y blancas y sus frutos ovalados, de un color azulado.

Propiedades medicinales de la canela

La auténtica canela en rama extraída de la corteza del canelo es la que se usa con fines terapéuticos. Así en farmacia se utiliza para elaborar jarabes para la tos, pasta de dientes o enjuagues bucales.

En la medicina Ayurveda, la canela es muy valorada por sus propiedades antisépticas, digestivas y estimulantes de la circulación sanguínea.

La aromaterapia también reconoce las virtudes terapéuticas de la canela y, en particular, de su aceite esencial para estimular la actividad cerebral y mejorar la concentración.

Los usos medicinales de la canela no se limitan a las terapias alternativas. La Comisión Europea del Medicamento también aprueba su utilización en el caso de molestias digestivas leves, flatulencias, amenorrea, remautismo o bronquitis. Eso sí, nunca debe sustituir a los antibióticos tradicionales en el caso de enfermedad.

Usos cosméticos del aceite de canela

El aceite esencial de canela es de color amarillo oscuro y tiene un aroma cálido, dulce, especiado e intenso. Es muy eficaz para aliviar el dolor de los músculos y articulaciones si lo empleamos para hacer masajes.

También sirve para prevenir la pérdida de firmeza y elasticidad en la piel, por ejemplo tras un cambio brusco de peso.

Debes tener en cuenta que, al igual que otros aceites esenciales, tiene un nivel de concentración muy elevado y no puede aplicarse directamente sobre la piel. Es necesario disolverlo previamente en otro aceite vegetal como el aceite de jojoba, aceite de almendras dulces o aceite de aguacate.

Se debe evitar su uso durante el embarazo y en personas epilépticas.