El árnica es una planta originaria de Europa y Siberia que pertenece a la familia de las margaritas (Compositae), ampliamente utilizada en medicina natural por sus propiedades terapéuticas. Se distingue fácilmente por sus flores de pétalos amarillos y un centro de color naranja.
Los pastores y campesinos del centro de Europa utilizaron esta planta desde tiempos muy remotos para tratar una gran variedad de dolencias. También era conocida como tabaco de monte o tabaco de montaña. Era costumbre recorrer los prados y pastizales de montaña donde crecía esta flor para cosecharla en su medio natural, pero a día de hoy lo más habitual es comprarla en algún herbolario.
Hay varias especies de árnica, pero la más famosa es Arnica montana, también conocida como Leopard’s Bane, Mountain Tobacco y Wolf’s Bane. Esta planta alpina crece de forma silvestre en los prados hasta los 3.000 pies sobre el nivel del mar. En España la encontramos en los Pirineos y en las montañas del Cantábrico, donde había sido muy común, aunque en los últimos años escasea debido a la extracción incontrolada y al cambio climático. Cuanto mayor sea la altitud a la que crece la planta, más aromáticas serán sus flores. De ellas se obtiene el aceite de árnica, muy apreciado por sus propiedades medicinales.
Composición del aceite de árnica.
El árnica es una planta medicinal muy valorada por la farmacopea europea. Sus principios activos se concentran en las flores y en la raíz, una vez que estas partes de la planta son sometidas a destilación. El aceite resultante tiene un color amarillento/ anaranjado y un aroma que recuerda a la manzanilla.
Essenciales - Aceite Vegetal de Árnica, 100% Puro, 10 ml
- El aceite de Árnica es mundialmente conocido por su poder antiinflamatorio y como aceite portador para luchar contra dolores y molestias musculares.
- Es muy eficaz para calmar contusiones, golpes, chichones y el reumatismo. Así como aceite base para masajes contra las tensiones en cuello, hombros y espalda.
- El maceramiento con aceite de girasol le aporta vitaminas A, D y E que nutren y suavizan la piel.
- Pruébalo ahora, repetirás! Imprescindible en tu botiquín natural.
El aceite de árnica se compone en un 50% por ácidos grasos, incluidos los ácidos linolénico, palmítico, linoleico y mirístico.
En el otro 50% nos encontramos componentes como:
- Flavonoides (antioxidantes), beneficiosos para el sistema circulatorio.
- Cumarinas como la umbeliferona.
- Mucílago (soluble en agua) con propiedades antiinflamatorias.
- Colina que disminuye la presión sanguínea.
- Alcaloides que tienen un efecto preventivo sobre las enfermedades cardíacas,
- Derivados del timol, sesquiterpenos como humuleno y mirceno
- Fitoesteroles
- Taninos
Además, el aceite de árnica contiene un compuesto llamado helenalina, que puede causar reacciones alérgicas en personas con la piel sensible. Si después de utilizarlo te sale una leve erupción, es posible que tengas alergia a la helenalina y debas dejar de usarlo.
Beneficios del aceite de árnica.
El aceite de árnica tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antiespasmódicas y antimicrobianas.
Se utiliza en medicina natural con los siguientes fines:
- Calmar el dolor muscular y articular producido por esguinces, hematomas, torceduras o bursitis. Sus principios activos contribuyen a reducir el dolor y la inflamación en tratamientos coadyudantes.
- Alivia los dolores de la osteoartritis y artritis reumatoide: estudios dirigidos por varias farmacéuticas descubrieron que la pomada de árnica es útil para aliviar el dolor y rigidez que provoca la artritis en las rodillas o en las manos.
- Para las picaduras de insectos: el aceite de árnica reduce el picor y la inflamación en la piel producida por picaduras de insectos.
- Para la caída del cabello: fortalece el folículo piloso y la microcirculación en el cuero cabelludo. También es beneficioso para eliminar la caspa.
¿Cómo usar el aceite de árnica?
El aceite de árnica no se puede ingerir por su contenido en dihidrolenalina y helenalina (dos compuestos tóxicos). La forma correcta de utilizarlo es por vía tópica, ya sea como aceite de masaje o como ingrediente en la elaboración de cremas y pomadas.
Aceite de masaje para el dolor muscular y articular
Necesitas:
- 10 ml. de aceite de árnica
- 10 ml. de aceite de caléndula
- 10 ml. de aceite de centella asiática
- 5 gotas de aceite esencial de manzanilla romana
- 5 gotas de aceite esencial de menta
- 5 gotas de aceite esencial de clavo
Prepara este aceite casero para aliviar el dolor de las zonas inflamadas por la artritis o por algún traumatismo.
Cataplasma de árnica y arcilla rosa
Necesitas:
- 1 cucharada sopera de arcilla rosa
- 1 cucharada sopera de aceite de árnica
- 5 gotas de aceite esencial de manzanilla
- 5 gotas de aceite esencial de clavo
- 3 gotas de aceite esencial de menta
Mezcla la arcilla con el aceite de árnica hasta obtener una pasta homogénea. Por último, añade los aceites esenciales.
Coloca esta cataplasma sobre la zona afectada y deja que actúe durante 20 minutos. Luego lava la piel con agua tibia.
Precauciones en su uso:
- No lo utilices durante el embarazo.
- No lo apliques sobre heridas abiertas.
- Está desaconsejado durante periodos largos de tiempo.
- En caso de reacción alérgica, detener su aplicación.
Por lo que sabemos , este aceite vegetal es una auténtica maravilla. ¡Que no falte en tu botiquín natural!
