Un año llega a su fin y otro nuevo comienza. Es momento de plantearnos nuevas metas, pero casi todas coincidimos en afirmar que lo más importante es tener salud. Por ese motivo, dedicamos nuestro primer artículo de 2018 a la salud. A continuación, te mencionaremos algunos propósitos saludables que puedes poner en marcha desde el 1 de enero para estar mejor física y anímicamente.
Hacer ejercicio
El ejercicio físico es uno de los pilares de una vida sana. Jóvenes y personas de la tercera edad pueden seguir un entrenamiento adaptado a su condición física e intereses. Lo ideal es realizar al menos 30 minutos de ejercicio al día, pero si partes de una vida sedentaria puedes empezar poco a poco hasta alcanzar este objetivo.
Si se practica con regularidad, el ejercicio físico mejora la salud cardiovascular, previene enfermedades coronarias, mantiene a raya la hipertensión y el sobrepeso, fortalece los huesos y nos aporta satisfacción mediante la liberación de endorfinas.
¿Te animas a dedicar más tiempo a la actividad física? Puedes apuntarte a un gimnasio o elegir algún deporte que te guste.
Dejar de fumar
El tabaco es un gran enemigo de la salud y una de las causas desencadenantes de enfermedades como el cáncer, la EPOC o la bronquitis crónica. También tiene consecuencias a nivel estético: el humo del cigarrillo impide que la piel se oxigene correctamente y provoca su envejecimiento prematuro. Por tu salud y belleza, te animamos a que este 2018 te hagas el propósito de dejar de fumar.
Controlar el estrés
El cuerpo reacciona frente al estrés liberando hormonas. Estas hormonas hacen que los músculos se tensionen y aumente el pulso. Con el paso del tiempo, el estrés pone en riesgo nuestra salud causando presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, depresión, problemas de la piel como el acné o el eczema y desajustes menstruales.
Organiza mejor tu tiempo y de esta forma reducirás tu nivel de estrés. Las infusiones relajantes, el yoga o el mindfulness pueden ser de ayuda. Y no olvides tomarte unas vacaciones ¡te las mereces!
Comer mejor
La obesidad y el sobrepeso son unas de las mayores epidemias de este siglo. Una dieta sana y equilibrada contribuye a evitar problemas como la diabetes o las enfermedades coronarias. ¡Hazte el propósito! Puedes acudir a un nutricionista que te asesore y te ayude a seleccionar una tabla de alimentos adecuada a tu edad y nivel de actividad física. Sobre todo, no caigas en el engaño de las dietas milagro que comprometen la salud y hacen que recuperes de forma rápida el peso perdido.
Acudir a las revisiones médicas
La salud es lo primero pero ¿hace cuánto no te haces un chequeo médico? Muchas personas no acuden a ninguna revisión hasta que presentan síntomas claros de alguna enfermedad.
Es especialmente importante hacernos revisiones periódicas a partir de los cincuenta años para prevenir el cáncer de mama. Si practicas algún deporte, aunque seas joven, es imprescindible también hacer chequeos regulares ya que la actividad física cuando es intensa pone la maquinaria de nuestro cuerpo al máximo.
No hay nada mejor que sentirnos seguras al saber que todo marcha bien.
Prestar más atención a la higiene
La higiene alimentaria, la higiene bucal o la higiene íntima… Es fácil descuidarse y favorecer con ello la proliferación de infecciones y enfermedades no deseadas. Tómate un tiempo para tus hábitos de higiene diaria.
¡Feliz año y buena salud para todas!
