La pediculosis capilar consiste en una parasitosis externa que afecta en mayor grado a la población infantil y adolescente en edad escolar.  No obstante, no se trata únicamente de un problema infantil, ya que aunque con probabilidad mucho menor, los padres, maestros y abuelos pueden contagiarse.

El Pediculus humanus capilis, conocido vulgarmente como piojo de la cabeza, es un insecto visible a simple vista que vive sobre el cabello. Presenta una marcada preferencia por las zonas de la nuca y detrás de las orejas.

Este tipo de parásitos es muy sensible a los cambios de temperatura, se desarrollan favorablemente entre los 22 y 36 Cº. Sin embargo, si se expone el piojo a temperaturas que se alejen de este rango puede ocurrir un abandono del parásito, como sería el caso de estados febriles agudos. De igual modo, temperaturas bajas del orden de los 12 Cº causan que se detenga tanto el crecimiento como la puesta de huevos.

Actualmente, se presentan brotes de esta parasitosis en todos los ambientes y niveles socioeconómicos. El contagio únicamente es posible a través de un piojo adulto. Se transmite de forma directa de un individuo a otro, o indirecta a través de los fómites (peines, sombreros, gorros, bufandas, pañuelos y auriculares). Esta última aunque es posible tiene serias limitaciones puesto que el piojo de la cabeza únicamente puede sobrevivir durante 24 a 48 horas fuera de su huésped.

La sintomatología más frecuente es la picazón en la nuca y detrás de las orejas, causando una reacción de hipersensibilidad dérmica que se manifiesta como inflamación y prurito.

Evolución del piojo

La pediculosis capilar pasa por diferentes fases del desarrollo del insecto.

La liendre

Es el huevo del piojo de la cabeza. Es difícil de ver, su tamaño aproximado es de 0,8 mm. y la mayoría de las veces se confunde con caspa. Las hembras adultas de los piojos depositan las liendres en la raíz del cabello. Se fijan al pelo con una sustancia viscosa y adherente, muy resistente e insoluble en agua que dificulta su eliminación. Tiene una forma oval y por lo general, su color varía del amarillo al blanco. La liendre necesita unos diez días para convertirse en ninfa.

La ninfa

Es el piojo pequeño que sale de la liendre. Tiene el aspecto de un piojo pero es más pequeño. Para sobrevivir tiene que alimentarse de la sangre de su huésped. En el transcurso de una semana la ninfa madura y se convierte en piojo adulto.

El piojo

El piojo adulto tiene seis patas con una garra prensora articulada que le permite agarrarse con fuerza al pelo. Su color oscila entre el marrón y el gris. La hembra por lo general es ligeramente más grande que el macho. Se reproduce rápidamente poniendo de 100 a 300 huevos a lo largo de su vida y de esa cantidad de liendres sólo nacen un porcentaje menor que logra sobrevivir. El piojo adulto puede vivir entre 30 y 40 días en la cabeza de una persona. La cabeza del piojo tiene un aparato bucal adaptado para punzar la piel y succionar la sangre que es la base de su alimentación. De esta manera puede adoptar un color variable, desde un gris-blanquecino hasta un color rojizo cuando están llenos de sangre. El piojo fuera de su huésped, generalmente muere a los dos días.

Medidas preventivas y de control

La medida más efectiva para el control y detección de los piojos es el examen meticuloso y periódico del cuero cabelludo del infectado.

El mejor momento para la inspección es después de lavar el cabello porque el pelo húmedo se maneja fácilmente y los piojos se mueven con mayor dificultad. Se revisa toda la cabeza con un peine normal o con uno especial denominado «lendrera». Es preferible que el peine sea de color claro para poder detectar el piojo fácilmente.

  1. Con un peine normal se revisa el cuero cabelludo y el primer centímetro del pelo haciendo una raya; seguidamente otra rata a medio centímetro de la anterior y así sucesivamente en toda la cabeza.
  2. Con una lendrera se pasa por el pelo mechón a mechón desde la base del cabello hasta las puntas.

Tratamiento contra la pediculosis capilar

El objetivo primordial del tratamiento es erradicar la parasitosis. Para ello se emplean champús, acondicionadores y lociones con componentes naturales de modo que no sea tan agresivo y tóxico para el cuero cabelludo.

  1. La loción se aplica en todo el cabello seco y se deja actuar diez minutos. Luego lavar la cabeza con un champú antiparasitario que incorpore los activos pediculicidas distintos a los aplicados en la loción para incrementar la eficacia global del tratamiento.
  2. El champú complementa cualquier otro tratamiento pediculicida. Se recomienda insistir durante su aplicación en la zona de la nuca y detrás de las orejas.
  3. La liendrera es un peine especial que se caracteriza por tener una separación máxima entre los dientes de 0,3 mm. lo que permite retirar minuciosamente las liendres muertas aún adheridas al cabello. El método más eficaz y menos doloroso consiste en separar el cabello en pequeños mechones y peinarlos repetidamente desde el cuero cabelludo hacia abajo.