Casi todas las chicas podríamos identificar un cosmético de buena calidad de uno que no lo es. Sin embargo ¿qué hace que se convierta en tu favorito? Es algo difícil de explicar. Muchas veces compramos por costumbre o por miedo a cambiar haciéndonos incondicionales de una marca de maquillaje o de un producto en especial. Pero tarde o temprano debemos dar el cambio, bien porque no encontramos aquello que buscábamos o porque las últimas colecciones nos tientan a probar algo nuevo.


En nuestro artículo de hoy te enseñaremos a reconocer una buena máscara de pestañas. Te hablaremos de cinco cualidades que debería tener toda máscara de pestañas para que te decidas a comprarla de nuevo.

Toma buena nota:

Ni grumos ni pegotes

Una de las causas más comunes de que se formen grumos en tus pestañas es el deterioro de la máscara si la almacenamos de forma incorrecta. Los climas cálidos y húmedos tienden a estropearla, así como el hecho de no cerrar bien el envase o de bombear el producto con el cepillo aplicador para llegar hasta el fondo, ya que de este modo lo único que conseguimos es que le entre aire y se seque.

Pero si acabamos de comprar nuestra máscara y ya deja pegotes, es mala señal. Fíjate en que el cepillo aplicador no tenga las cerdas demasiado separadas ya que en este caso las pestañas tienden a agruparse entre cerda y cerda, apiñándose y creando un efecto de «pestañas de muñeca».

Largas y definidas

Cuanto más grueso sea el cepillo aplicador, más alargará tus pestañas. Aunque si son cortas y escasas puedes conseguir mayor curvatura usando un rizador y más densidad con una base densificadora. Con todo, no conviene abusar de lo uno ni de lo otro. Recurre a estos truquitos para tus maquillajes de noche o para ocasiones especiales.

Que no deje las pestañas «duras»

Si a las pocas horas de aplicarte la máscara tus pestañas están totalmente rígidas, significa que la fórmula de tu máscara contiene demasiadas siliconas fijadoras. Este tipo de sustancias terminan estropeando tus pestañas con el tiempo al volverlas frágiles y quebradizas.

Elige una máscara enriquecida con aceites que nutran e hidraten las pestañas manteniéndolas flexibles.

mascara_ideal


Que no ensucie el párpado o la ojera

Da mucha rabia que al volver de una fiesta y mirarnos al espejo parezca que nos hemos disfrazado para Halloween: ojeras negruzcas y chorretes de rímmel, que dan una apariencia tétrica a nuestro rostro. Muchas veces el error es nuestro al aplicarnos demasiada cantidad de producto. Pero no siempre es así, las fórmulas de gran parte de las máscaras de pestañas no son resistentes al agua (y esto incluye el lagrimeo del propio ojo y el sudor de nuestra frente).

Si quieres un maquillaje más dramático y vas a aplicar varias capas de máscara, si te lloran los ojos o si vas a estar en un sitio con calefacciones, te aconsejamos usar una máscara waterproof. Eso sí, tampoco conviene abusar de este tipo de fórmulas ya que resecan en exceso tus pestañas.

Que se desmaquillen fácilmente

Si quedan restos de máscara porque no somos capaces de retirarla completamente, nuestros ojos podrían estar irritados a la mañana siguiente y nuestras pestañas se irán debilitando poco a poco, volviéndose frágiles hasta caerse.

Las máscaras waterproof pueden ser especialmente difíciles de desmaquillar (en nuestro artículo «Cómo limpiar una máscara de pestañas waterproof» te enseñamos a hacerlo paso a paso).

Y vosotras chicas ¿en qué soléis fijaros a la hora de elegir vuestra «máscara de pestañas ideal»?