Las autoridades sanitarias de Estados Unidos y de la Unión Europea han anunciado estas semanas que están investigando una posible relación entre la vacuna de Pfizer y la aparición de casos leves de miocarditis en jóvenes.

La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco (miocardio). Por lo general, se produce a raíz de una infección viral, pero también puede estar causada por una reacción a un medicamento o por una enfermedad inflamatoria de carácter general. Los síntomas más frecuentes de la miocarditis son: dolor de pecho, fatiga, arritmias o dificultad para respirar.

El director del departamento de estrategias de vacunas de la Agencia Europea de Medicamento (EMA), Mario Cavaleri, explicó en el comité de seguridad PRAC (Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmaco-vigilancia) que la EMA está evaluando actualmente casos muy raros de miocarditis y pericarditis (inflamación de la membrana alrededor del corazón) tras la administración de la vacuna Pfizer, sobre todo en personas menores de treinta años.

A día de hoy, no está demostrada una relación de causa-efecto con la vacuna aunque el Comité de Medicamentos Humanos de la EMA vigila de cerca estos casos y considera la vacuna como una opción segura. De hecho, ha otorgado su comercialización y uso en niños de doce a quince años.

«Los datos realmente muestran que la vacuna es altamente protectora en esta población para prevenir la enfermedad desde una perspectiva de seguridad. Fue bien tolerada y el efecto deseado en este grupo de edad fue muy similar al que vemos en los adultos jóvenes» – explica Mario Cavaleri.

Por su parte, el Ministerio de Salud de Israel estudia también la relación de 148 casos de miocarditis ocurridos entre diciembre de 2020 y mayo de 2021 sobre una población de cinco millones de personas vacunadas. «Existe alguna probabilidad de un eventual vínculo entre la segunda vacuna y la aparición de miocarditis entre varones jóvenes de 16 a 30 años» – indicó el Ministerio. En cualquier caso, el 95% de los afectados fueron considerados casos leves.

En Estados Unidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también están investigando una posible relación entre la vacuna Pfizer y casos aislados de miocarditis y pericarditis a raíz de un aumento de notificaciones de casos de inflamación cardiaca en el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS). Los CDC señalan que estas notificaciones son infrecuentes teniendo en cuenta el volumen de vacunas administradas, y que se dieron sobre todo a partir de la segunda dosis, mayoritariamente en adolescentes de sexo masculino. La mayoría de los pacientes respondieron bien al tratamiento médico y reposo.

En conclusión, los CDC siguen recomendando la administración de la vacuna Pfizer en jóvenes y adolescentes ya que las complicaciones asociadas son mayores en el caso de producirse un contagio de coronavirus.