Si eres principiante en el gimnasio o has iniciado hace poco una rutina de fitness, es de lo más común que algún día sufras agujetas.



Las agujetas son molestias físicas que aparecen al iniciar una actividad deportiva de manera brusca (aunque también pueden ser consecuencia del sobreentrenamiento). A menudo se presentan en forma de pequeños pinchazos, debido a las micro-roturas de las fibras musculares. Lo más habitual es que desaparezcan por sí solas en unas 12 horas, aunque si son muy fuertes pueden durar de dos a tres días.

Para evitar las agujetas lo más recomendable es someterse a un aumento gradual de intensidad de la práctica deportiva y no intentar hacer grandes esfuerzos los primeros días. Una vez que las sufrimos, se puede mitigar el dolor con el uso de un analgésico o antiinflamatorio suave como el paracetamol o el ibuprofeno. También podemos aplicar un poco de hielo en la zona para bajar la inflamación.

Por último, debes olvidarte de mitos infundados como el de que las agujetas desaparecen milagrosamente bebiendo un vaso de agua con azúcar o que se quitan practicando más ejercicio. ¡Son cuestión de paciencia y un poco de descanso!