Cumpliendo con el resto de medidas preventivas para luchar contra la pandemia del coronavirus, el uso de mascarillas es obligatorio en España desde el pasado 21 de mayo en espacios públicos cerrados a partir de los seis años de edad, y también en espacios abiertos si no se puede garantizar la distancia de seguridad de dos metros.


A estas alturas, casi todos tenemos bastante información sobre los distintos tipos de mascarillas y sobre cómo usarlas. Lo mejor es consultar directamente la información ofrecida por el Ministerio de Consumo. Aquí se recalca que las mascarillas son solamente un medio complementario de protección y es esencial seguir cumpliendo con el resto de medidas preventivas indicadas por el Ministerio de Sanidad.

¿Qué tipo de mascarillas existen y cuál deberías usar?

Existen básicamente tres tipos de mascarillas: higiénicas, quirúrgicas y EPI. La elección de una u otra dependerá de nuestro estado de salud actual y de si estamos o no en contacto con personas positivas en coronavirus.

Higiénicas

Suelen estar compuestas por una o varias capas de material textil y pueden ser reutilizables o de un solo uso. Están recomendadas para la población en general ya que protegen a los demás de las pequeñas gotículas que podemos expulsar al hablar o al toser.

Quirúrgicas

Son las que acostumbramos a ver en ambientes clínicos. Su objetivo es evitar que el personal sanitario y los pacientes infectados (o sospechosos de estarlo) transmitan agentes infecciosos.

Estas mascarillas están diseñadas para filtrar el aire exhalado. Su misión es proteger a quienes están a tu alrededor, evitando la dispersión vírica al estornudar, toser o hablar.

Según su eficacia de filtración pueden ser de tipo I o tipo II. Estas últimas son también resistentes a salpicaduras de sangre y otros agentes biológicos.

EPI

Las famosas mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3 son consideradas equipos de protección individual porque en su mayoría protegen tanto a quien las lleva como a quienes le rodean. Están recomendadas para el personal sanitario y para grupos vulnerables por indicación médica.

Consumo advierte que las mascarillas FFP2 pueden dificultar la respiración más que las mascarillas higiénicas o las quirúrgicas, «por lo que personal no especializado puede tender a tocarlas y recolocarlas continuamente, con el consiguiente riesgo de contaminación».

Además, las personas que realizan actividades físicas o algunas personas con dificultades respiratorias pueden no tolerarlas, por lo que Consumo insiste en que su uso, por quienes no son profesionales, debe realizarse con prescripción médica.

¿Qué aspectos debemos observar al comprar una mascarilla?

El Ministerio recuerda que es imprescindible que todas las mascarillas contengan una etiqueta con la información obligatoria según la legislación aplicable. Esto incluye los datos relativos a su reutilización y, si procede, los usos permitidos y número de lavados que pueden hacerse sin que el producto se resienta, así como método de lavado de la mascarilla.

En el caso de las mascarillas etiquetadas con la norma europea para equipos de protección individual, el etiquetado del embalaje debe contener datos del fabricante, clase de protección (FFP1, FFP2 o FFP3), la frase «véase la información suministrada por el fabricante», la indicación R o NR en caso de que sea reutilizable o no reutilizable, condiciones de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento y desinfección.

En lo referente a su certificación, el Ministerio de Consumo recuerda que antes de usar una mascarilla EPI, en caso de que incluya el marcado CE, hay que comprobar que está acompañado de los cuatro dígitos que indican la conformidad de un Organismo Notificado reconocido previsto en el reglamento UE (2016/425).

Hay que tener en cuenta que este tipo de mascarillas son más susceptibles de falsificaciones. Desafortunadamente, es fácil encontrarse con mascarillas mal etiquetadas, sin certificado (o con certificados falsos), etc. Comprar nuestra mascarilla en farmacia siempre nos dará mayor garantía aunque debemos fijarnos siempre en los aspectos que indicamos anteriormente.

¿Cuánto tiempo duran?

Cada mascarilla tiene su durabilidad indicada por el fabricante. Algunas mascarillas de tela son reutilizables si se lavan a una temperatura por encima de los 60 Cº pero lo normal es que sean de un sólo uso y debamos desecharlas a las cuatro horas. Es imprescindible cambiarlas si se humedecen o se ensucian.

Por su parte, las mascarillas con filtro FFP2 y FFP3 están concebidas como material no reutilizable. Su vida útil es de 48 horas consecutivas, así que su uso se puede extender unos cuatro o cinco días.

¿Cómo poner y quitar las mascarillas correctamente?

Según las indicaciones del Ministerio de Consumo:

  1. Lavar las manos durante 40-60 segundos antes de manipularla.
  2. Agarrar la mascarilla sólo sujetando las gomas.
  3. Ajustarla sobre la nariz y la boca, asegurándonos de que no queden grandes espacios entre nuestra cara y la mascarilla.
  4. Pasar las bandas elásticas detrás de las orejas.
  5. Pellizcar la pinza nasal para ajustarla bien a la nariz.
  6. Evitar en todo momento tocar la parte exterior de la mascarilla. Si lo hacemos por error, lavar después las manos con agua y jabón.

Para quitarla:

  1. Lavar bien las manos.
  2. Retirarla tocando sólo las bandas elásticas.
  3. Para desecharla, introducirla en una bolsa de plástico. Depositarla cerrada en la basura y lavar las manos.